Su obsesión es no llegar «pasado de vueltas» a Pekín. Por eso, Iván Raña dice que llega bien a la prueba de la Copa del Mundo que se celebrará hoy en Hamburgo, pero asegura también que no quiere caer en excesos. «Se trata de sacar carbonilla y pillarle el punto a la competición con vistas a los Juegos», indica el ordense.
Raña asegura que el resultado cosechado en la Copa del Mundo de Des Moines, en Estados Unidos, le da tranquilidad de cara el futuro. «Yo había planificado la temporada con un arranque tranquilo para acabar más fuerte. Sabía que estaba bien por los entrenamientos antes de Des Moines, pero el cuarto puesto corroboró lo que yo ya sabía. Me ayudó a situarme y me dio moral para el futuro», explica.
Sobre el circuito de Hamburgo, eminentemente urbano, asegura que es entretenido y no muy complicado. La temperatura del agua está a unos 19 grados y medio, por lo que no incidirá en el rendimiento de los participantes. «Pronostican buen tiempo, nos libramos del frío, que a mí me mató en Madrid. El segmento de ciclismo es técnico , hay que estar bien colocado, y el de carrera a pie, plano», apunta. Los rivales a batir, Daniel Unger y Brad Kahlefeldt.
Después del circuito Hamburgo competirá en Austria y en un triatlón esprint en Corea. «También disputaré alguna cosilla más por ahí, no sé si será de ciclismo o de carrera a pie, pero sin ningún tipo de presión», concluye.