Declaradas las hostilidades entre el equipo español de Copa Davis y el presidente Pedro Muñoz, de la Real Federación Española de Tenis, no existe el menor asomo de entendimiento, porque los puntos de vista están muy encontrados a propósito de la semifinal entre España y Estados Unidos.
El quid de la cuestión estriba en que, aunque no ha sido hecha pública la decisión, parece que Madrid será sede de la eliminatoria, algo en lo que no están conformes los ocho tenistas y el capitán. La razón, aunque en cierto modo oculta, es clara: jugar en Madrid, a 550 de altura sobre el nivel del mar, beneficiará el poderío de Andy Roddick con su saque cañón, porque en esa superficie el bote de la pelota alcanza rapidez y largura fuera de lo normal. A ese sólido motivo para los profesionales se añade el hecho de que Pedro Muñoz actuó por su cuenta y riesgo, empeñado en conseguir los máximos beneficios para la federación. Y es que Madrid aportaría un montón de millones, entre venta de entradas y colaboraciones de los importantes patrocinadores, la Mutua y la Comunidad.
Escrito durísimo
Como Pedro Muñoz parece decidido a no dar el brazo a torcer (quiere a toda costa que salga elegida Madrid como escenario de la semifinal), ya está armado el lío, que no se presenta fácil de resolver.
Los jugadores han emitido un escrito durísimo, en el que, entre otras cosas, dicen: «Manifestamos nuestro malestar y desacuerdo con el presidente y con su gestión, porque continuamente hemos sido engañados con las decisiones tomadas desde el principio de su mandato».
Los jugadores se quejan de haber sido burlados, una vez más, al incumplir Muñoz la promesa de defender las condiciones preestablecidas por ellos. Quieren, en otras palabras, que su opinión sobre la elección de sedes tenga el adecuado peso específico. De Madrid no son partidarios por estar la ciudad a 550 metros de altura sobre el nivel del mar. Los tenistas de la Davis desean jugar al nivel del mar. En Benidorm, por ejemplo. Muñoz sabe lo que se juega en el reto con capitán y jugadores y el viernes, a las doce del mediodía, se sabrá si gana o pierde.
Los jugadores, que salen a la pista a defender a España, son los principales perjudicados en decisiones inadmisibles. Varias veces han tropezado con Muñoz en otras cuestiones de índole deportiva. El caso es que se ha llegado a un punto en el que los tenistas no aceptan las dictatoriales maneras del presidente.
Es más, rayando en dureza extrema, los jugadores advierten (y por lo bajo amenazan) que no participarán en ningún acto público o promocional de la federación española ni de sus patrocinadores mientras Pedro Muñoz sea presidente. Así que el problema está planteado muy seriamente.
Según sostiene el capitán, «Pedro Muñoz ha engañado también a algunas de las sedes candidatas». Cabe recordar que son Tenerife, Benidorm y Gijón, además de Madrid.