Dwain Chambers a punto estuvo de no poder participar en Valencia. Su pasado, en concreto los dos años que se pasó sin competir tras haber dado positivo por un esteroide anabolizante, provocó la negativa de la Federación Inglesa a dejarle participar en el Mundial de pista cubierta de Valencia. Pero el británico lo hizo y en su regreso consiguió una meritoria plata haciendo además mejor marca personal (6.54 segundos).
Chambers entró a la par que Kim Collins, aquel ciudadano de San Cristóbal y las Nieves que se colgó el oro mundial al aire libre de París con el peor registro de una final universal de toda la historia, pero Dwain no pudo con Olusoji Fasuba, un nigeriano que venía anunciando su candidatura al triunfo desde las primeras eliminatorias y que protagonizó una portentosa aceleración sobre el tartán del velódromo Lluís Puig para recuperarse de la mejor salida de sus contrincantes y para ganar con suficiencia, estableciendo además la mejor marca mundial del año: 6.51 segundos. Para él fue el duelo del morbo.
La aparición de Chambers dentro de la pista ha sido menos polémica de lo esperado. No levantó ni un solo silbido en su primera comparecencia. Más bien sembró admiración al demostrar que después del dopaje sigue habiendo vida deportiva (aunque la sombra de la sospecha siempre le perseguirá). Corrió en semifinales en 6,55 segundos y todavía fue capaz de rebajar la marca en una centésima en la gran final. Chambers se había proclamado en Sheffield campeón de Inglaterra con 6,56, lo que obligó a la Federación Inglesa a terminar claudicando, aunque el atleta no llegase a cumplir con la norma de pasar controles antidopaje en los últimos doce meses.
Chambers, el hombre de los ocho litros de agua diarios y del entrenamiento perpetuo, no perdió el tiempo durante la suspensión. Salvo sus fallidos pinitos en el fútbol americano, se pasó los dos años entrenando en Jamaica y a su regreso a Europa no ha parado de bajar el crono. No podrá seguir haciéndolo en Pekín, ya que los Juegos Olímpicos están prohibidos para los que han sido tramposos.
En los 60 femeninos el triunfo fue para la estadounidense Angela Williams, que en una espléndida carrera necesitó de la mejor marca mundial del año (7.06) para superar a la británica Jeanette Kwakye, que entró a dos centésimas. Angela Williams, que ya tenía dos platas bajo techo, sustentó en una excelente salida su primera triunfo mundial.