Aquellos aficionados coruñeses que viven el fútbol muy de cerca y los fines de semana sienten alegrías o disgustos, según los resultados del Deportivo, tuvieron ayer mal lunes debido a varios de los resultados registrados en la jornada del domingo. Al empate del Getafe en Riazor, en donde los de Lotina salían obligados a ganar, resultó que varios de los equipos a costa de los cuales el Deportivo aspira a mantenerse en Primera superándolos en la tabla ganaron sus encuentros y fueron ellos los que relegaron (esperemos que de forma provisional) al equipo coruñés a los puestos de descenso. Algo de esto entraba en lo posible antes de celebrarse la jornada 23 del campeonato. De ahí nuestra ilusión por conseguir que se cumpliera aquello de que «no hay dos sin tres», refiriéndonos a la imperiosa necesidad de vencer al Getafe y cumplir con las tres victorias consecutivas. No pudo ser, se quedaron en dos y un tercio, que sitúan al equipo deportivista en puestos que condenan. Esta es la situación, comentada sin subterfugio alguno. Aquí no hay más cera que la que arde, frase a la que en otros tiempos tenía por costumbre echar mano para enfocar una situación como la que vive el Deportivo esta semana.
Por todo esto se presentó ayer un lunes triste para el deportivismo. El próximo puede resultar alegre. Va a depender del resultado que registre el partido de Huelva.