Ya es el segundo técnico con más partidos en la historia de la Liga, superado solo por Luis Aragonés
11 feb 2008 . Actualizado a las 02:00 h.La historia del fútbol español abre una nueva página para Javier Iruretagoyena Amiano, coronado desde ayer como el segundo entrenador con más partidos en Primera División. El ex del Deportivo y del Celta dirigió al Zaragoza en su encuentro número 609, y eso lo sitúa entre Miguel Muñoz (608) y Luis Aragonés (757), que continúa destacado al frente del ránking.
Jabo irrumpe entre los grandes con un método propio sostenido hasta la tozudez y basado en la costumbre, la repetición obsesiva de jugadas en los entrenamientos y una confianza en sus jugadores que para muchos ha sido mano blanda en episodios puntuales que se quedaron en el limbo del vestuario, como el cabezazo de Djalminha.
Pero un método que le ha funcionado bien y que difiere radicalmente de la candidez extrema del de Muñoz, recordado por una supuesta flor en el trasero -virtud atribuida igualmente a Irureta- y sus consignas tácticas a pie de banda cuando era seleccionador nacional: «¡Jugar furbo, jugar furbo!». En las antípodas igualmente de las borderías de Zapatones: «Míreme a los ojitos cuando le hablo» o «Dígale al negro de mi parte que usted es mucho mejor».
El de Jabo es el triunfo de la normalidad, de un perfil sencillo que extraña aún hoy en un fútbol dominado por entrenadores engreídos que envuelven sus discursos vacíos en el papel de la agresividad, la picaresca, la mala leche y la mentira como si fueran los ingredientes esenciales de este deporte. El perfil de Jabo es más discreto, aunque supiese ironizar cuando lo creía conveniente. Por ejemplo: «Romero, corres como una vieja». O también: «Turu, mañana ya te traes la tortilla y haces un pícnic ahí en la banda».
Un revés en veinte años
Nacionalización del grupo, estabilidad del once tipo, el Padre Nuestro en el vestuario y toda suerte de supersticiones (llegó a enterrar ajos bajo el césped Riazor) son señas de identidad que intentó dejar en sus equipos, desde el Logroñés, con el que debutó en Primera un 3 de febrero de 1988, hasta el Betis, único revés indiscutible en casi 20 años de banquillo.
Athletic, Real Sociedad, Oviedo, Santander, Celta, Dépor y ahora Zaragoza completan el ramillete de clubes a los que ha aportado su sabiduría de viejo zorro en un torneo que domina hasta en los detalles más nimios. Un ejemplo: «Ahora llega lo más crudo del invierno, cuando los equipos de más toque se dejan puntos en campos helados, y ahí debemos apretar».