Ioannis Okkas fue la gran duda a lo largo de toda la semana. Finalmente el jugador chipriota recibió el alta médica en la mañana de ayer y viajó con el resto del equipo hacia Éibar. En principio todo apunta que irá al banquillo y que su concurso en el mejor de los casos se puede ceñir a algunos minutos. La integración del delantero con el grupo se ha realizado de un modo progresivo. Durante los primeros días de la semana hizo trabajo individual y tan solo participaba con sus compañeros en aspectos concretos. En los últimos días ya pudo completar la sesión lo que permitió darle el alta. Okkas había mostrado sus reservas en todo momento. En principio el delantero irá al banquillo y quedará como recambio de emergencia en caso de ser necesario. Las características del partido y del césped tampoco parecen ser las mejores para arriesgar. Incluso a priori es un partido que se presta más a perfiles de delanteros como el de Goran Maric, más acostumbrado a pegarse con los defensas rivales en distancias cortas y a jugar en espacios reducidos. Barreiro puede tener ciertas similitudes con Ipurúa. Okkas se había lesionado en el encuentro del pasado 12 de enero con el Salamanca y sufría una microrrotura en el muslo derecho que le tuvo apartado durante tres semanas. El ariete chipriota no marca con el Celta desde el primer partido del año en Tenerife (anotó el 3-2 definitivo) en donde había reaparecido después de otra lesión. De las últimas diez jornadas ha jugado en tres partidos, en ninguno de ellos los 90 minutos.