Alejandro Cañizares revive la maldición de su padre en un Open de Madrid que gana el danés Vibe-Hastrup
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El Abierto de Madrid tuvo un inesperado campeón, el danés Mads Vibe-Hastrup, cuyo golf se ha mostrado a Europa desde la capital española tras ganar su primer torneo del circuito continental. Vibe-Hastrup, nacido en Helsingor hace 28 años, superó con la mejor nota el duro test en que se convirtió el campo de la Real Sociedad Hípica.
El danés firmó ayer una de las mejores tarjetas del día (67 golpes), para superar en la tabla final al español Alejandro Cañizares y al argentino Daniel Vancsik, segundo y tercero, respectivamente. La estrepitosa caída del argentino Vancsik, que tiró un torneo que lideraba desde el jueves, y las inútiles ofensivas de los golfistas españoles, del italiano Emmanuele Canonica y del francés Jean Van de Velde dejaron en bandeja el triunfo al joven jugador danés.
Caído Vancsik con un cuádruple bogey en el hoyo 5, sólo Alejandro Cañizares apretó el esprint de Vibe-Hastrup, que tomó el mando y demarró con tres birdies en los hoyos 10, 11 y 13,. El español porfió con Hastrup por el título, pero la maldición que sufrió su padre, José María, en su época dorada con este torneo, se cernió también sobre Alejandro. José María Cañizares jugó ininterrumpidamente el Abierto de la capital desde 1974 hasta 1993. Hasta en cuatro ocasiones acabó en la segunda posición. Alejandro, de 24 años, tenía pensado regalarle a su padre el trofeo de Madrid en caso de victoria; pero como tantas veces le ocurrió a su padre, acabó en la segunda posición, a tres golpes del campeón.
Tras Vibe-Hastrup, con 272 golpes, se clasificaron Cañizares (275) y Vancsik (276).