Zagallo se jubila

Efe

DEPORTES

El veterano entrenador, de 76 años y ganador de cuatro Mundiales, se retira tras 13 meses sin trabajo.

24 sep 2007 . Actualizado a las 20:14 h.

Mario Jorge Lobo Zagallo, protagonista en cuatro de los cinco títulos mundiales de Brasil, ha admitido que a los 76 años le llegó la hora de la jubilación. A partir de ahora analizará el fútbol apenas como «aficionado». «Estoy jubilado. No pretendo volver a ser entrenador de club o selección. Apenas estoy viendo el fútbol desde afuera», dijo el ex futbolista, trece meses después de su destitución como coordinador técnico de la selección.

«No reclamé por salir. Si me preguntasen si quería continuar, continuaría. Aún tengo condiciones. Pero todo el mundo sabe que siempre que se pierde una Copa hay cambios en la comisión técnica y yo no iba a ser una excepción», explicó. El de coordinador técnico fue su último cargo vinculado al fútbol. Al recibir la noticia dijo que no pretendía jubilarse y que esperaba la invitación de algún equipo para sentarse en el banco.

Pero ahora, tras una operación en la que le retiraron parte del estómago, el duodeno y la vesícula, concluyó que le llegó el tiempo de pensar en colgar las botas de trabajo, el tablero y el chándal. El hombre que se acostumbró a ser ganador en el fútbol perdió 16 kilos de peso desde la cirugía.

«Estoy jubilado, pero si surge alguna invitación para trabajar como coordinador o consejero, puedo pensarlo, aunque no acepto nada como técnico», afirmó tras subrayar que no está con edad para aguantar las presiones de los resultados.

«Ingresé en el fútbol a comienzos de 1948 como jugador juvenil del América de Río de Janeiro...», recuerda al desempolvar su historia deportiva con una voz baja y pausada, muy diferente de la época en que hablaba con tono alto y provocador.

«Fueron 60 años. Sólo paré después de la Copa de 2006», enmendó tras confirmar que su familia está feliz con su retirada. En seis décadas cosechó cuatro títulos mundiales: fue campeón mundial como jugador en los Mundiales de Suecia 1958 y Chile 1962, como técnico en México 1970 y como coordinador técnico en EEUU 1994. «Tengo la felicidad de ser el único tetracampeón del mundo. Dios me iluminó», subrayó con inocultable orgullo.

«Es difícil que alguien alcance esa marca, incluso por problemas de edad. Yo tuve una secuencia de jugador a entrenador. Ser campeón cuatro veces como jugador es difícil. Y para ser campeón cuatro veces como jugador y técnico, el jugador tiene que convertirse en técnico y ganar la Copa, lo que es más difícil aún», explicó.

Zagallo lamentó la falta de talentos en la actual Liga brasileña, cuya causa única es la «fuga» de los mejores jugadores hacia Europa.

«Nadie puede prohibirle a un jugador que gane más, pero lo peor es que cada vez ser van más jóvenes. No alcanzan a formarse en sus clubes y ya se van. Uno no sabe si va a ser un gran jugador, porque no tuvo tiempo de mostrar en Brasil toda su calidad», expresó.

Reconoció que uno de sus mayores problemas como seleccionador era que la mayoría de los jugadores convocados actuaba en el exterior y difícilmente lograba reunirlos para los entrenamientos.

«No hay tiempo. Ellos salen de Europa, viajan dos días, juegan y regresan. Las eliminatorias del mundial son así. Y es difícil en esas condiciones. El fútbol exige entrenamiento», aseguró. Agregó que el ex capitán Dunga también enfrentará ese problema, aunque se negó a hacer un balance detallado sobre su trabajo. «No soy la persona indicada para hacer una evaluación. Él fue mi jugador en la selección y siempre fue un líder dentro de la cancha. Ahora al mando, a pesar de ser la primera vez que trabaja como entrenador, se ha desempeñado bien. Porque fútbol es resultado y él ha logrado resultados», apostilló.

Sobre la polémica protagonizada por Kaká y Ronaldinho Gaúcho al pedir a Dunga no convocarlos para la Copa América del 2007, que finalmente conquistó Brasil, Zagallo terminó dándoles la razón.

«En parte ellos tienen razón. Estaban cansados de la temporada en el fútbol europeo y en el momento de descanso son llamados a la selección brasileña. Tras descansar ellos fueron llamados y vinieron con todo placer para jugar. Y hacen falta», expresó. Pese a que su actividad física ahora se limita a caminatas en la playa y sesiones de musculación tres veces por semana, sin más partidos de tenis, otro deporte que le apasiona, el «viejo» Lobo no se cansa de hablar de fútbol.