En León no quieren árbitros gallegos

Pedro J. Barreiros

DEPORTES

La Cultural Leonesa, en cuyo estadio fue agredido un línea el domingo pasado, reaviva una vieja polémica al plantearse de nuevo vetar a los colegiados de Galicia

20 sep 2007 . Actualizado a las 14:14 h.

Los árbitros forman el colectivo peor tratado del fútbol. Sólo conocen la bronca, nunca el aplauso. No disponen de hinchada reconocida, aunque los aficionados siguen muy atentos su labor. Así sucede en León. Los partidos de la Cultural, que juega contra castellanos, vascos, navarros, aragoneses, manchegos y riojanos en la Segunda B, recaen por proximidad en colegiados gallegos y asturianos. Y hace tiempo que no son bienvenidos por allí.

Último episodio

El último capítulo sucedió el pasado domingo. Un asistente del ferrolano Javier Iglesias Villanueva recibió el impacto de una moneda lanzada desde la grada durante el partido que enfrentó a los locales y al Bilbao Athletic. El proyectil apenas le rozó y no necesitó asistencia médica. «Estaban con uno menos, iban 1-1 y se notaba tensión, tienen ganas de estar arriba y no están, pero no noté ningún problema especial. Se calentó lo que se puede calentar un partido», recuerda el colegiado. El incidente se convirtió en la guinda a un final de partido caliente, con los aficionados protestando cada decisión arbitral. «Hubo cosas en que acertaron -reconoce el pontevedrés Milo Abelleira, técnico de la Cultural-, pero el día del Huesca nos marcaron en fuera de juego y contra el Bilbao nos expulsaron al portero, y la grada se puso enrabietada».

El domingo la Cultural acabó ganando por 2-1, pero fuentes del club se declararon descontentas con la labor del colegiado, hasta el punto de que podrían enviar una queja formal a la Federación en el que incluirían su protesta por la actuación del también gallego Emilio Costas Soto, al que criticaron agriamente tras la segunda jornada. Pedirían así la misma medida que en el tramo final de la pasada temporada, cuando lograron que en las últimas jornadas sólo designasen a madrileños, navarros y catalanes. «Si supiéramos que nos iban a volver a hacer caso, ya lo hubiéramos mandado, pero aún estamos en la cuarta jornada», explican.

Un accidente

El origen del malestar de la grada leonesa con los colegiados gallegos también podría estar en un suceso que ocurrió hace cuatro años. El ex árbitro y colaborador del Comité leonés José Luis López Clausín sufrió un accidente junto a uno de los asistentes del gallego Jesús Bastos Martínez, que al día siguiente pitaba a la Cultural. «No quiero hablar mucho de eso, pero estuvimos cenando y luego nos fuimos a tomar unas copas; luego el partido se complicó, la gente sabía lo que me había pasado y se formó un follón tremendo», recuerda. En opinión de López Clausín, el equipo saca partido de los errores arbitrales para no explicar sus malos resultados: «Aquí vienen gallegos y asturianos unos diez partidos al año y hay polémica en uno o dos, pero eso me río mucho cuando los critican. La temporada pasada también dijeron que [el árbitro ourensano] Rubén Docabo les había perjudicado y que los gallegos y los asturianos los querían descender».

Milo Abelleira

Milo Abelleira, que en Galicia entrenó al Celta B y al Ourense, entre otros, enmarca el malestar de sus seguidores con los colegiados en las expectativas generadas esta temporada. «Ven que se tratan de hacer las cosas bien, que podemos subir en la clasificación [ahora son decimoterceros con cuatro puntos en cuatro jornadas] y lo cierto es que los dos árbitros que vinieron aquí no estuvieron muy acertados y encima eran gallegos, con lo que había pasado aquí la temporada pasada cuando aún no había llegado yo, pero ahora no creo que se envíe nada, porque los jugadores y los entrenadores estamos en el inicio de la temporada y los colegiados también».

Para Iglesias Villanueva, «los árbitros se juegan la categoría en cada partido, a nosotros también nos puntúan. León tiene un campo espectacular y me trataron todos muy bien, tanto los técnicos como los delegados, hasta el punto de que como marcaron el gol al final y con un jugador de campo como portero me dijo su entrenador al firmar el acta: ''A ver si vienen más árbitros gallegos, que nos dais suerte''».