El Pontevedra consigue un meritorio punto en el Alfredo Di Estéfano

Diego Espiño

DEPORTES

Los granates se emplearon a fondo tras la injusta expulsión de Fran Rico en la primera mitad del encuentro

10 sep 2007 . Actualizado a las 17:37 h.

Si el esfuerzo se recompensase con puntos a buen seguro que ayer el Pontevedra habría regresado a casa con tres y no con uno. Y es que los pupilos de Javi Gracia se emplearon a fondo en su visita a la Ciudad Deportiva de Valdebebas, pero no sólo se encontraron a un duro rival, como siempre resulta el filial madridista, sino que también se vieron condicionados seriamente por un colegiado que mermó considerablemente las posibilidades de los granates. Cuando con ventaja de 0-1 en el marcador decretó una más que rigurosa expulsión por doble amonestación a Fran Rico por «retrasar el saque de una falta cinco segundos», tal y como explicó literalmente a los jugadores gallegos tras la acción. Eso no amedrentó al Pontevedra que tiró de casta y oficio para contener al Castilla.

El partido pronto se puso de cara para los del Lérez. Tras un pequeño susto fruto de un exceso de confianza de Bermudo, ya en el minuto cinco se adelantarían los visitantes con muy poco esfuerzo. Un saque de portería de Bonis consigue peinarlo Igor, una auténtica pesadilla para los centrales merengues a la prolongación el más listo es Gato que tras adelantarse a los defensores bate por bajo a Felipe. El 0-1 pesó en los ánimos de los jóvenes del filial, sabedores de su irregular inicio liguero, que no veían la manera de generar peligro en la meta gallega ante el gran posicionamiento en el campo de los granates. Sólo una indecisión entre Sergio Castaño y Bonis a centro de Jose Callejón produjo incertidumbre, pero Juanmi, dentro del área pequeña, no acertó a enviar el balón al fondo de las mallas. El guión parecía estar escrito para que se produjera una sentencia visitante a la contra, hasta que apareció Sánchez Maroto para mandar a Fran Rico a la caseta prematuramente y cambiar la historia.

A partir de la expulsión, el Pontevedra replegó líneas y el Castilla se fue arriba sabedor de que quedaba todavía un mundo. Primero fue Jose Callejón el que avisó en el 37 plantándose sólo en el área, sin embargo Bonis sacó un pie milagroso para evitar el empate, un minuto después David Mateos lanzó un misil desde lejos que se estrella en el travesaño y ya en el 45 se cumplían los peores presagios tras una gran acción personal de Nieto partiendo desde la derecha. El joven jugador, tras marcharse de dos rivales, coloca el balón con la zurda al palo largo fuera del alcance del arquero pontevedrés, un auténtico golazo que les sirvió de poco, ya que en la siguiente acción los granates, en lugar de acusar el mazazo, se fueron arriba logrando desnivelar de nuevo la balanza. Víctor conecta en profundidad con Gato, éste desborda a Felipe y el guardameta comete penalti. Igor asume la responsabilidad y anota el segundo.

En la reanudación los madridistas salieron en tromba disponiendo de dos buenas acciones en los pies de Juanmi, que remató en ambas sin acierto. A partir de ahí, el Pontevedra no quiso jugar más y sacó a relucir el oficio del que carecía en ocasiones la temporada pasada, cerrando las opciones atacantes de los locales hasta desesperarlos. Los de Mandiá sólo se acercaban con relativo peligro a balón parado, y así llegó el empate en el minuto 80 en el único despiste de la zaga en este período, córner botado por Jose Callejón que remata Parejo al fondo de las mallas. Duro castigo para un Pontevedra que mereció con creces los tres puntos tras un esfuerzo titánico ya no sólo en la mañana de ayer, sino en estas dos semanas cargadas de partidos.