Un equipo del PP diagnosticará el estado económico de Ravella

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

El catedrático de Economía Financiera José Antonio Redondo dirige el grupo que asesorará a Tomás Fole

30 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El candidato del Partido Popular a la alcaldía de Vilagarcía, Tomás Fole, presentó ayer el programa económico con el que su formación aspira a buscar soluciones para la situación que atraviesa el Concello, que los conservadores no dudan en situar «al borde del colapso». Fole asegura querer hacer las cosas como es debido en un terreno tan sensible. Por ello ha constituido un equipo de profesionales que, liderado por el catedrático de Economía Financiera de la Universidade de Santiago de Compostela, José Antonio Redondo, se encargará de diagnosticar el estado de las finanzas municipales y, en función de sus resultados, elaborar un plan de saneamiento.

Este grupo, que asesorará y aportará instrumentos concretos a la candidatura del PP, trabajará, destacaron sus integrantes, sin ningún tipo de remuneración económica. De él forman parte, además de Alonso, la directora del Banco Gallego en Vilagarcía, Nuria García Fernández, y María Bastida, doctora en Ciencias Empresariales y miembro del consejo de administración de la CRTVG.

El catedrático lucense, que dirigió el Instituto Galego de Vivenda e Solo entre 1995 y el 2005, ha fijado en Carril su segunda residencia. Por ello, y por la relación que le une a Fole, del que fue profesor en Santiago, su implicación en el proyecto popular para la capital arousana va más allá de lo meramente profesional. «Mi futuro fuera de lo laboral -indicó- lo veo aquí y voy a luchar para que Vilagarcía salga del atasco».

Indicios de un colapso

El equipo económico trabajará con los datos de los dos últimos ejercicios cuya contabilidad está cerrada, los del 2007 y el 2008, además del avance de la cuenta general del 2009, que será presentada en el pleno del próximo mes. El candidato a la alcaldía destaca que, si bien cuando se constituyó la actual corporación, en el 2007, la situación ya era preocupante, «al menos los indicadores eran todavía positivos; ahora todos ellos son negativos». Alonso enumeró, en una primera aproximación, varios indicios de lo que califica como algo muy cercano al colapso: presupuestos prorrogados durante dos años, desperdicio de subvenciones, ejecución presupuestaria baja, capacidad de endeudamiento nula y fondo de maniobra bajo mínimos.