Castro Ratón solicita el desdoblamiento del vial escenario del accidente
10 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El tradicional malestar de algunos dirigentes políticos y colectivos sociales por la limitación del desdoblamiento de la Vía do Salnés al tramo entre Curro y Sanxenxo se reavivó esta semana a raíz del accidente del martes en la circunvalación sur en el que perdieron la vida tres vecinas de la comarca y otra continúa ingresada en estado grave en la unidad de cuidados intensivos de Montecelo.
La polémica la reavivó el alcalde en funciones de Vilagarcía, Xosé Castro, que a raíz de la tragedia, solicitó el desdoblamiento del tramo inaugurado el año pasado y que sirve tanto de circunvalación de la ciudad como de acceso a la autopista.
Castro Ratón quiso ayer, ante todo, mostrar su dolor y solidaridad con las familias de Vilanova y A Illa víctimas del accidente. Y después, tras puntualizar que no quería que su petición se entendiese como una reivindicación política, pidió a la Xunta que valorase «unha acción xusta, igualitaria e imprescindible», la de la conversión de ese tramo en autovía. «O tramo de Vilagarcía ata os enlaces de Sanxenxo e Curro teñen suficiente tráfico como para ter dobre carril e medianeira».
El edil vilagarciano reconoció que la actual coyuntura económica no es la idónea para una inversión de ese tipo, pero él cree que es una obra necesaria, y por eso adelantó ayer que piensa dar traslado de esta solicitud a la Xunta «para que se sitúe na súa xusta medida», y pidió la colaboración de las demás fuerzas políticas de Vilagarcía para que se sumen a esta petición.
Criterios técnicos
Al margen de las consecuencias políticas que pueda tener la solicitud del alcalde en funciones de Vilagarcía, los criterios técnicos van por otros derroteros, ya que Tráfico aseguró ayer que la carretera en la que tuvo lugar el accidente es segura, descartándose así que su estado pueda tener alguna relación con el trágico suceso.
Es cierto que la nueva circunvalación tiene carencias, pero se refieren, más que nada, a la falta de señalización o a las señales equívocas que se pusieron a raíz de la inauguración del vial o que ya había antes y se quedaron obsoletas. Sirva de ejemplo la rotonda del puerto en la que confluye el nuevo vial, desde donde se indica a los conductores a acceder a Carril por el centro de la ciudad en lugar de hacerlo por el vial portuario.
Otra cosa es el diseño de la carretera o el estado del firme, que Tráfico considera que cumple con las normas de seguridad. Aún así, la petición de Castro Ratón tiene que ver más con la cantidad de vehículos que circulan por esa carretera que con el estado de la misma.
Todo ello no hace más que sembrar dudas sobre las causas de un siniestro con tan fatal resultado. Se baraja, sobre todo, un exceso de velocidad por parte del BMW que supuestamente provocó el accidente, aunque ayer no trascendió a qué velocidad iba el vehículo cuando chocó contra el todoterreno. En todo caso, por el carril por el que circulaba está limitada a 100 kilómetros por hora, mientras que en dirección contraria, dada la cercanía de una rotonda, se reduce primero a 80 kilómetros hora y después, a 60.
Un coche prestado
Tampoco se descarta que la conductora haya tenido algún problema a la hora de manejar el coche, ya que el BMW no era suyo, sino que se lo había prestado su hermano. Aún así, no era una conductora novata, ya que tenía carné desde hacía más de dos años. Además, todas las víctimas llevaban puesto el cinturón de seguridad. Lo que parece claro es que en el siniestro tuvo mucho que ver la fatalidad, y hay quien opina que de no haber sido un todoterreno, las consecuencias del siniestro no habrían sido tan graves.
La carretera destrozó esta semana a dos familias más de O Salnés, una en Vilanova y otra en A Illa. En Caleiro quedan dos hijos destrozados y un viudo que tardará en superar la tragedia. El marido de María del Carmen Torrado, ingresado en el Hospital do Salnés, ya fue informado de la tragedia, y uno de sus hijos tuvo que ser trasladado en la noche del martes al centro sanitario por una crisis de ansiedad. El otro permaneció todo el día sedado. El dolor también embargó ayer A Illa, tanto en las horas previas al entierro, en el tanatorio, como en la exequias fúnebres. A la familia de las hermanas Pouso Cores ya solo les queda una esperanza, y es que Teresa se recupere de las heridas sufridas en el siniestro.