Marcelino Abuín afirmó en la misma sesión que el proyecto se retiraba de Luz Salgada para facilitar el consenso
02 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Entre otras muchas cuestiones, el pleno de la semana pasada supuso un reto de profundo sentido político para la corporación municipal de Vilagarcía. Al hilo de las reclamaciones de los vecinos de la avenida de Matosinhos y de Rubiáns, el presidente de este último colectivo, Xurxo Abuín, puso en tela de juicio la credibilidad de los acuerdos que se adoptan en el salón de plenos. Pues bien, los miembros del gobierno local tienen, con respecto a la idea de invertir dinero público en la construcción de un párking de pago bajo Fexdega, una magnífica ocasión para demostrar que lo que se dice, se debate y se vota en el foro del que emana su legitimidad como representantes de la ciudadanía sí tiene valor y se lleva a la práctica.
El anuncio de que se han iniciado los trámites para destinar 2,5 millones de euros de Luz Salgada a la creación del polémico aparcamiento, realizado hace días por el concejal de Xestión do Territorio, Marcelino Abuín, contradice de forma flagrante los compromisos adquiridos por el bipartito en el pleno ordinario celebrado en abril del 2008. Se debatía la desagregación de 4.274.000 euros del crédito de 6 millones concedido en el anterior mandato por el Instituto de Crédito Oficial al Concello para la reforma del entorno urbano del río de O Con. Y la intención de Ravella era poner en marcha los diferentes tramos de una ambiciosa actuación que, más de dos años después, ni siquiera se ha iniciado aún.
Cuestión de «vontade política»
En un momento del debate, el portavoz de Esquerda Unida acusó al bipartito de perseguir la creación del famoso aparcamiento para su explotación a manos privadas. Fue el teniente de alcalde, Xosé Castro Ratón, y no alcaldesa ni el entonces portavoz socialista, quien defendió la propuesta, probablemente en un intento por facilitar un acuerdo con la oposición. Su respuesta fue tajante. El acta de la sesión la recoge: «Quero enfatizar que por vontade política elimínanse os recursos que inicialmente estaban previstos para un párking soterrado. Este goberno manifesta de maneira clara e inequívoca, non haberá nin un euro público para a construción dese párking. E despois podemos dicir que tampouco haberá por outra vía, polo menos durante o período de mandato noso, párking aí». Como quiera que Juan Fajardo aprovechase su turno de réplica para insistir en el reproche, el líder nacionalista reiteró sus palabras: «Señor Fajardo, creo que dixen claramente cal era a postura do párking; con este goberno non haberá párking en Fexdega».
Una aprobación agónica
Aunque era Ratón quien ejercía como portavoz del gobierno en este asunto, Marcelino Abuín se decidió a intervenir. Sus manifestaciones no fueron menos claras: «É certo que dentro dese programa vai a proposta de facer un aparcamento soterrado con diñeiro público na explanada de Fexdega, pero xa se falou en xunta de voceiros e parecía que había consenso en que non deberían ser cartos públicos os que fagan ese aparcamento». Es más, añadió, «de aí o que se trae hoxe: retirar do proxecto de Luz Salgada precisamente a construción dese aparcamento». Aquel desglose prosperó gracias a la ausencia de un edil del PP. Ahora, dos años más tarde, el anuncio de Xestión do Territorio parece indicar que el paso del tiempo les sienta muy mal a las promesas «inequívocas». Al menos, a las que se hacen al pleno.