Galaitec acepta liquidar el conflicto sobre el murallón ilegal de O Piñeiro

AROUSA

La firma reduce la parte inferior a 2,3 metros de altura y retranquea el resto del dique, dando lugar a una terraza

13 mar 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Dos años después de su inicio, el conflicto generado en torno al enorme muro ilegal de O Piñeiro parece encaminarse definitivamente hacia su solución. Fuentes municipales anunciaron ayer que la empresa que construyó la estructura, Galaitec S. L., ha aceptado por fin la fórmula que el Concello de Vilagarcía pone sobre la mesa para restituir la legalidad y evitar un proceloso enfrentamiento judicial que amenazaba con eternizar la flagrante irregularidad cometida a un paso del campo de fútbol de Faxilde.

Galaitec, que en el 2006 obtuvo autorización del Ayuntamiento para ejecutar un muro de contención de 2,3 metros de altura, irguió en realidad un monstruo que, según las mediciones realizadas por los técnicos municipales, alcanzaba los 12 metros de alto en su vertiente más elevada. La compañía comenzó a rellenar la parte posterior del enorme farallón para, en una fase posterior, conseguir la parcelación de los 11.000 metros cuadrados así obtenidos y desarrollar una verdadera urbanización de lujo compuesta por 25 propiedades.

Fue entonces cuando los vecinos de O Piñeiro, que no se percataron de las dimensiones del proyecto hasta que los árboles que lo camuflaban fueron talados, se movilizaron. Al margen de la evidente ilegalidad del murallón, las inundaciones de noviembre de aquel aciago otoño demostraron los riesgos de que una estructura así retuviese grandes cantidades de agua sin las debidas garantías de seguridad. El Concello tomó nota de la reclamación de los afectados y dictó, en marzo del 2007, la primera orden de paralización de las obras y demolición de la construcción irregular.

Después de un año de negociaciones que no dieron sus frutos, el Ayuntamiento impuso una primera sanción económica a Galaitec en marzo del 2008: 3.000 euros que se acompañaron de una nueva orden de derribo. La promotora busca una solución y propone retranquear en varias fases sucesivas el muro, creando una especie de terrazas. Ni el Concello ni los vecinos aceptan esta vía.

Finalmente, en abril del 2008, Galaitec comienza a desmontar la parte ilegal de su desmesurada criatura con el compromiso de respetar los 2,3 metros autorizados inicialmente.

Once meses después, el aspecto del farallón ha cambiado. Efectivamente, el paredón de la discordia se articula, hoy, en dos partes distintas. La primera es un escalón cuya altura parece ajustarse a los 2,3 metros de contención que el Ayuntamiento había permitido. El resto de la estructura se ha retirado varios metros pero mantiene una gran altura. Xestión do Territorio asegura que, si las dimensiones se ajustan a lo acordado, el conflicto puede darse por liquidado y la parcelación del terreno será desbloqueada.