Vilagarcía necesita permiso para que el tráfico pesado sea nocturno

AROUSA

Fomento y la Xunta tendrían que autorizar la entrada en vigor de esta medida, pues son titulares de los accesos

09 mar 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Limitar al horario nocturno el paso de camiones y transportes pesados por el centro de Vilagarcía es una de las propuestas estrellas presentadas por el equipo de Mari Carmen Roca, jefa de la Policía Local, al nuevo gobierno municipal. Sin embargo, la idea, con ser buena, peca de un exagerado optimismo. En la práctica, el Concello no puede tomar una decisión semejante sin contar con la Consellería de Obras Públicas, Política Territorial y Transportes, por un lado, y el Ministerio de Fomento, por otro. Sin la autorización de ambas instituciones, la iniciativa se vería abocada al más rotundo de los fracasos.

De acuerdo con la Jefatura Provincial de Tráfico, la Administración local posee plenas competencias sobre la organización de la circulación rodada en las vías que son de titularidad. Pero únicamente en ellas. Efectivamente, Ravella podría establecer por su cuenta la obligación de que el tráfico pesado circulase solo por la noche. Ahora bien, su potestad tan solo reza para el casco urbano. En cambio, la carretera que une Baión con Rubiáns, esto es, el acceso a Vilagarcía desde Pontevedra, es una vía nacional. Por lo tanto, de competencia estatal, de Fomento, en este caso.

¿Y las conexiones de la ciudad desde el norte (Carril) y el sur (hacia Cambados)? Su titularidad es autonómica. El ente responsable es, pues, la Xunta. Lo mismo que sucede, sin ir más lejos, con la carretera de O Pousadoiro, la forma más rápida de alcanzar, por el momento, la Autopista del Atlántico.

Si Ravella no solicita la autorización expresa de las Administraciones autonómica y estatal podría darse el absurdo, por ejemplo, de que un transporte especial procedente de Pontevedra llegase a la rotonda de Larsa a las cuatro de la tarde y tuviese que permanecer detenido allí hasta que cayese la noche. Lo mismo rezaría para un convoy que circulase hacia la ciudad desde los municipios de Catoira o Cambados.

Una ordenanza reguladora

El gobierno municipal anunció la iniciativa, a regular a través de una ordenanza, en septiembre del año pasado. Es decir, hace ya seis meses. Pero desde entonces no ha habido noticia alguna al respecto. Las dificultades para llevarlo a cabo son, teniendo en cuenta los apuntes anteriores, más que obvias.

Algo que no es óbice para que Ravella mantenga su intención de encargar a una empresa especializada un estudio a fondo sobre la situación del tráfico en la ciudad arousana. Por lo que respecta al paso de camiones a través del casco urbano, el último balance disponible, fechado en enero del pasado año, indica que los transportes especiales que atraviesan el casco urbano se han multiplicado por seis en tan solo cinco años. La media mensual de este tipo de tránsitos, no obstante, descendió a 25 servicios durante el pasado ejercicio.