La Voz de la Salud

Convulsiones febriles en niños: ¿qué son?, ¿son normales?, ¿cómo debo actuar?, ¿derivará en epilepsia?

La Tribu

Mar López Sureda
Si los padres han tenido convulsiones de niños, es más probable que sus hijos las experimenten.

Entre un 2 y un 5 % de niños presentan convulsiones ante procesos febriles, un motivo de preocupación para muchos padres y madres

27 May 2022. Actualizado a las 11:03 h.

Hoy acude a consulta Olivia, una peque de un año. La acompaña su mamá y su papá y me cuentan que vienen porque ayer empezó con fiebre de 38 grados, pero que esta mañana era de 39 y que están asustados. Son padres primerizos y dicen que nunca había tenido fiebre. Olivia no va a la escuela y solo había tenido algún catarro.

Después de ver a Olivia les explico a los padres que está bien. Tiene mucho moco y tos y lleva 24 horas con fiebre, pero parece que tiene un catarro. Pueden ir a casa, pero deben vigilar que respira bien, que come, que la fiebre se vaya espaciando y que los picos vayan descendiendo. También les explico cuándo deben consultar. Veo que la mamá de Olivia sigue algo nerviosa y le pregunto: «¿Qué te preocupa?». Me mira, como decidiendo si contármelo o no, supongo que por ese miedo que tenemos muchas madres de ser tachadas de «mamá preocupadiza», y me dice: «Que tenga una convulsión. La abuela me cuenta que yo tuve una a los 12 meses y que parecía que me moría».

Esta es la preocupación de la mayoría de las familias cuando el peque tiene fiebre y es totalmente normal que nos asuste. Seguro que hemos oído muchas historias de niños que han convulsionado o historias que propia familia nos ha contado sobre algo que nos pasó. Hoy os voy a explicar qué es la convulsión febril y qué podemos hacer si ocurre.

¿Qué es una convulsión febril?

Es una crisis convulsiva en un niño que ocurre coincidiendo con la fiebre y en la que no existe una infección intracraneal (por ejemplo meningitis) o una alteración metabólica (como un nivel de azúcar muy bajo en sangre) que la justifiquen.

Es la causa más frecuente de convulsión en la infancia (y no la epilepsia o las relacionadas con algún síndrome), las padece entre un 2 y un 5% de los niños. Son los niños los que tienen un riesgo algo mayor de padecerlas que las niñas. 

¿A qué edad ocurren las convulsiones febriles?

Casi siempre ocurren entre los 12 y los 18 meses pero pueden ocurrir en bebés desde el mes de vida y hasta los 5-6 años.

¿Cómo es una convulsión?

No todas las convulsiones febriles son iguales. Habitualmente, se manifiestan como sacudidas bruscas (o temblores, o se retuerce) de brazos y piernas más o menos rítmicas. Durante estos episodios, el 'peque' no responde: no nos contesta, parece desmayado, a veces los ojos están en blanco, a veces fijos en un punto y los labios pueden estar algo azulados. Sin embargo, hay niños que, en lugar de tener sacudidas, están rígidos y cuesta mover sus extremidades o totalmente blandos y flácidos.

Cuando la convulsión cede, el peque suele estar somnoliento o dormido, quejoso o irritable hasta varios minutos después de la crisis. Se llama período postcrítico y es una especie de 'recuperación' tras las convulsión.

¿Por qué un niño puede tener una convulsión si tiene fiebre?

No podemos dar una respuesta clara. Sí sabemos que existe una predisposición genética (si la madre o el padre lo sufrieron, el niño o niña tendrá más probabilidad de manifestar este síntoma. De hecho la mitad de niños que las tienen, presentan antecedentes familiares. Por lo tanto, vemos que el miedo de esta mamá no era tan extraño. Creemos que una de las causas por las que existen las convulsiones en niños es porque su sistema nervioso es inmaduro.

¿Entonces si bajo la fiebre al peque no tendrá ninguna convulsión?

No, eso no es así. En algunos estudios parece que los antitérmicos no reducen el riesgo de sufrir una convulsión (darle algo para la fiebre no evitará que le ocurra), así que la fiebre en sí misma no es la causa, sino que más factores influyen: los antecedentes familiares o el virus que produce la infección (por ejemplo, son más frecuentes con gripe o virus herpes 6).

Además, aunque suelen ocurrir con temperaturas por encima de 38,5ºC, pero no necesariamente. Algunos niños convulsionan antes del comienzo de la fiebre. En esos casos, la familia acude a urgencias porque el peque ha convulsionado y cuentan que no tenía fiebre. Sin embargo, al llegar a urgencias solemos comprobar que sí tiene, una pista de que acaba de empezar el primer pico.

Hay debate sobre si la fiebre alta puede favorecer que ocurran o es más bien la velocidad de subida de la fiebre la que las favorece (pasar de 37 a 39ºC muy rápido), pero creemos que está más relacionado con lo primero, la fiebre alta.

¿Cuánto dura una convulsión?

Normalmente, menos de quince minutos y lo más frecuente es que dure menos de cinco. Algunas, incluso, solo se producen durante unos segundos. La siguiente pregunta lógica es: ¿tendrá otra? La mayoría de las veces, los afectados no vuelven a tener una convulsión en el mismo proceso febril (en este momento y con esta infección) y la estadística dice que dos de cada tres niños nunca volverán a hacer una convulsión febril.

Que haya convulsiones de niño, ¿significa que tendrá epilepsia después?

La mayoría de las convulsiones las catalogamos como «simples», esto quiere decir que:

Si esto es así, el pronóstico es bueno. No dejan secuelas y la probabilidad de epilepsia posterior es muy baja (ellos tienen entre un 2 y un 4 % de probabilidades de desarrollar epilepsia en el futuro mientras que los niños que no han sufrido crisis de este tipo tiene un 1 %. Existe una elevación, pero vemos que es muy ligera).

Qué hacer si el niño tiene una convulsión

¿Hay que 'bajar la lengua' al paciente ante una convulsión?

No, es un mito que los niños «se traguen» la lengua. No hay que tocar la boca ni bajar la lengua. La única excepción es que tenga algo en la boca como, por ejemplo, un caramelo. De ser así, podríamos retirarlo con cuidado si vemos que es fácil. Lo haríamos barriendo con un dedo desde una comisura de la boca hacia la otra, es decir de lado a lado y nunca por el centro de la boca, de forma que no podamos empujarlo más hacia atrás.

En el momento de la convulsión tampoco debemos:

¿Qué conclusión podemos sacar de toda esta información?

Si el peque «tiene que hacer» una convulsión la hará; y si no la tiene que hacer, no la hará, bajemos o no la fiebre (ya que muchos más factores están implicados).Es normal que nos preocupe, pero el peque se recuperará bien y no deja secuelas. Y a ti, ¿te preocupan las convulsiones?, ¿te ocurrió de pequeño?


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