Dicen que en Galicia se inventó antes el paraguas que la rueda y que los gallegos tenemos más de setenta palabras para designar la lluvia. También afirman que si pusiésemos en fila todos los huevos que le ofrecemos a santa Clara para que deje de llover, en un año, se cubriría la distancia entre la Tierra y la Luna. Mas alegrémonos de nuestra exhuberancia pluvial, pues ya avisa el refrán que "cuando en diciembre mucho llueve, buen año es el que viene", a lo que mi abuela siempre respondía "no tengo miedo a frío ni helada, sino a lluvia porfíada". Y es que en este país, el único del mundo en el que cambiamos mas de paraguas que de movil, con tanto temporal y alerta naranja, la de paraguero es una profesión de futuro.