El alcalde cree que Santiago sale muy beneficiado, pero el líder del BNG evita aludir a Compostela
29 dic 2010 . Actualizado a las 11:43 h.El aeropuerto de Vigo difícilmente tendrá en el 2011 un vuelo directo a Milán ante el rechazo de los dirigentes municipales a aportar 272.000 euros y colaborar con el Gobierno autónomo para crear este nuevo enlace internacional desde Peinador. La propuesta formulada el lunes por el conselleiro de Medio Ambiente fue recibida de uñas por el alcalde y por el teniente de alcalde vigueses, aunque en la respuesta de uno y otro hubo sensibles diferencias de matiz.
En este contexto es poco probable que Vigo sume el año próximo otro vuelo internacional al ya tradicional de París, el recuperado a Londres que subvenciona el Concello y el de Bruselas que alienta la Xunta. La única posibilidad sería que el Concello realizara una gestión directa similar a la de Londres, que le costará a las arcas municipales 650.000 euros, o que entre en escena otro organismo local que solo podría ser la Diputación provincial.
La propuesta de la Xunta iba en una doble dirección y ofrecía al aeropuerto coruñés un vuelo a Ámsterdam por 259.000 euros y el de Milán a Vigo. De esta forma pretendía equilibrar de alguna forma el amplio apoyo que recibe la terminal de Santiago, de donde partirán vuelos subvencionados por la Xunta a Fráncfort, Londres, Zúrich, París y Ginebra.
Todas estas líneas desde Lavacolla le costarán a la Xunta 800.000 euros, mientras el de Bruselas desde Vigo junto con Sevilla le obligarán a entregar a las compañías aéreas que los operen 1,2 millones y 1,05 a Alvedro por la línea a la capital holandesa junto con Valencia.
Para el teniente de alcalde, Santiago Domínguez, la gestión autonómica «olvídase da complementariedade das tres terminais e da necesaria planificación, polo que as compañías frotaranse as mans». Por su parte, Caballero retó a la Xunta a que «ofrezca a Vigo los vuelos de Santiago, que son los más rentables y por eso salen adelante con una subvención menor, y lleve a Lavacolla el de Bruselas». Uno y otro descartaron colaborar en los términos ofrecidos por la Xunta.