Alejandro López se despedirá de los banquillos como seleccionador

David Moldes VIGO/LAVOZ.

VIGO

12 may 2010 . Actualizado a las 11:35 h.

No podía ser de otra manera. El técnico que más luchó por crear la selección gallega de balonmano tendrá su merecido homenaje. Alejandro López se debate entre la vida y la muerte. Desde hace meses lucha contra un cáncer de pulmón. El pasado mes de diciembre el Balonmán Cangas, su club, lo fue a buscar para que se hiciera cargo del equipo. Los médicos se lo desaconsejaron. No pudo ser. O Gatañal se quedó sin ver de nuevo a Alejandro sentado en su banquillo. Él llevo a los cangueses a lo más alto: jugar en Europa y rozar la clasificación para la Copa del Rey.

Su sueño se hará realidad el próximo 22 de mayo. Galicia se medirá a Gran Bretaña en O Gatañal y Alejandro estará en el banquillo: «Se a saúde mo permite estarei no banco. Sempre soñei con retirarme no meu país e agora vou ter esa oportunidade. Ademais será como seleccionador e no Gatañal. Só de pensalo xa se me pon a pel de galiña», reconoce un emocionado Alejandro.

En la víspera del derbi entre el Cangas y el Octavio, Alejandro anunció en un portal de internet que ya no podía modular más. Se despedía del balonmano español asegurando que su vida se apagaría por unas metástasis óseas de un cáncer primario de pulmón. Al igual que su ídolo, el ex ciclista francés Laurent Fignon, Alejandro quiso compartir públicamente su enfermedad con el deporte alrededor del que aún gira su vida. Su publicación provocó una tormenta en el balonmano gallego. Cientos de llamadas y mensajes. Homenajes en Cangas y Redondela. Galicia lloraba por Alejandro. «O balonmán foi a miña vida e sempre é emotivo que se acorden de ti. Se me fai duro estar lonxe dos banquillos, pero teño que convivir con iso. As veces aínda boto de menos a presión dos partidos», afirma.

Alejandro afronta con entereza su enfermedad. Su vida se ha convertido en una carrera de fondo y él lo sabe. Pero ni eso evita que el técnico vigués, la enciclopedia del balonmano gallego, piense en el futuro de su deporte tras los descensos del Octavio y Cangas.

«Doeme que se diga que o balonmán se está afundindo. Na segunda metade dos 80 xa se pasou por momentos moi difíciles e ao final conseguiuse sair adiante. O balonmán aquí é unha relixión e nunca morrerá», advierte.

El sábado 22 de mayo Alejandro se reencontrará con todos sus amigos. O Gatañal se vestirá de gala para despedir al gran entrenador. Con el himno sonando de fondo, el balonmano gallego despedirá a su seleccionador: «Nunca olvidarei ese día». Alejandro sigue luchando. Continúa siendo un ganador.