Vigo sacará sus pasos de Semana Santa pese a la escasez de cofrades

B.R.S.

VIGO

03 abr 2009 . Actualizado a las 11:23 h.

La fe mueve montañas, pero si no hay cofrades, no hay quien mueva los pasos de Semana Santa. Y eso es lo que marca desde hace años la Pascua en Vigo, la escasez de penitentes cohesionados alrededor de alguna de las congregaciones de devotos que perviven en otros lugares de España, especialmente en Andalucía y Castilla. Según asegura el responsable de Cáritas Diocesana, Ángel Dorrego, el principal problema para seguir manteniendo las procesiones de Semana Santa en Vigo es que no se renueva el plantel de fieles dispuestos a acompañar las imágenes, «estamos haciendo llamamientos constantes a todos los creyentes porque hay que volver a crear una tradición que aquí, en Vigo, hace mucho tiempo que se rompió», asegura. Dorrego lamenta que actualmente se olvide el espíritu de estas fechas «hasta tal punto que hemos confundido la Semana Santa con las vacaciones de primavera». Hubo pascuas en que no tenían ni para trajes, o que tuvieron que pagar a fieles asalariados para cargar con el peso de los pasos. Pese a todo, año tras año, el aparato logístico de la iglesia consigue, con mucho tesón y esfuerzo, que las procesiones salgan a la calle, y el fervor religioso se manifieste en público durante la semana más intensa para los católicos. Y este año, con todas las dificultades, los pasos volverán a salir.

El miércoles, el obispo de la Diócesis de Tui-Vigo, Xosé Diéguez Reboredo, oficiará en la parroquia de Santiago el Mayor (20.30h.) la misa en honor a la Virgen de la Amargura en la que se realiza una ofrenda floral en nombre de las mujeres de Vigo.

Pero la primera cita masiva es este fin de semana, el Domingo de Ramos, que con la procesión de la borriquilla y la bendición de los ramos y los niños, inicia el periplo procesional.

Aunque hay costumbres que se pierden, las hay que se mantienen. Así, como viene siendo tradición desde hace más de 50 años, la batería de actos se abre el Jueves Santo con la que se conocía antaño como la Procesión dos Caladiños: la Procesión de la Cofradía Nuestro Padre Jesús del Silencio, Virgen de la Amargura y Cristo de la Fe, conjuntamente con la Hermandad de la Pasión, la Hermandad de Nuestra Señora de la Piedad y la Orden Tercera Seglar. Este desfile que sale a las 20.30 de la iglesia del Sagrado Corazón será presidida por el obispo y autoridades locales, recuperó hace cuatro años seis pasos que estaban arrinconados estropeándose en el local de la Cofradía de la Pasión, heredera de la hermandad del gremio de mareantes. La procesión, que cuenta ahora con nueve escenas, finaliza en la misma iglesia en la que empieza y allí se juntan todos los pasos para rematar con una cantiga popular.

Recuerda Dorrego que a pesar de que en el centro de Vigo el arraigo religioso se pierde, repunta en barrios como Teis y Bouzas. Así, en estas zonas de la ciudad viven sus propias peregrinaciones. El jueves, Teis tiene su procesión de Jesús Nazareno y Virgen de los Dolores y Bouzas, la del Nazareno y la Dolorosa de la Reconciliación, como el viernes celebran sendos vía crucis y las procesiones del Santo Entierro y la Soledad.

Mujeres costaleras

El viernes, en el que se recuerda la muerte de Jesús, a las procesiones del Santo Entierro y la Soledas, en el centro de Vigo se suma la Procesión del Encuentro en la que desfilan San Juan y la Virgen. Las imágenes serán llevadas a hombros por miembros del Grupo San Miguel Arcángel y costaleros de las cofradías de Bouzas y Teis al son de la Banda de Cornetas y Tambores de Beade, pero la imagen de la virgen será portada sólo por mujeres de estas dos cofradías.