O Morrazo cercará cinco pastizales para controlar a los caballos salvajes

J. Santos

VIGO

25 ene 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Los montes de O Morrazo contarán en un par de meses con cinco cercados en los que podrán pastar 50 de los 200 caballos salvajes existentes. El objetivo es evitar que los animales acaben con las plantaciones de frondosas que están plantando los comuneros y que bajen a los cultivos, a los viales de la comarca y, sobre todo, al corredor de O Morrazo, en donde provocaron ya varios accidentes.

El resto de los equinos bravos, cuyos propietarios no están integrados en la Asociación de Cabalos Xaxán, no podrá entrar en los pastizales. El colectivo los anima a asociarse para poder beneficiarse de la iniciativa.

Hay varios requisitos que imponen tanto la asociación como las comunidades de montes y la Xunta (que financia en parte el proyecto a través de Medio Rural). El primero es eliminar las trancas que algunos propietarios colocan a sus caballos para limitar sus movimientos. El segundo, es cumplir las normas de sanidad animal. El tercero es tener identificado a cada caballo. Los 50 de la asociación tienen un pendiente que en el plazo máximo de un año tendrán que cambiar por un chip. El resto está sin identificar. En caso de que provoquen un accidente o dañen los cultivos, no hay ningún responsable a quien reclamar.

La construcción de los cercados comenzará a realizarse mañana en las dos parcelas que ofrece la comunidad de montes de Meira en el llamado Marco do Gagán. Continuará en los montes de San Adrián, en el lugar llamado Pedras Negras; y en los montes de Santomé de Piñeiro, en Marín, en los lugares de Neibó y Chan de Gagán. Son, en total, 60,71 hectáreas.

Se cercarán con postes de madera y malla ganadera las cinco parcelas, lo que supone un total de 7.790 metros de cierre. Se permitirá el paso de la fauna menor colocándola a unos 25 centímetros del suelo. El coste asciende a 92.286 euros, de los que Medio Rural aporta algo más de la mitad y la asociación de Cabalos Xaxán y el Concello moañés, el resto, en mano de obra y material.

La comunidad de montes de Santomé comunicó a la Xunta que prohíbe el pastoreo libre, es decir, fuera de los pastizales cercados. Podrá retener los caballos sueltos y subastarlos si no aparece su dueño. El presidente de la de Meira, Luis Lemos, dice que el colectivo que representa no adoptó aún tal decisión, pero la comunidad no permitirá que los caballos salvajes destrocen las nuevas plantaciones. Los comuneros se están viendo obligados a proteger las frondosas que plantan vallando las parcelas.

El concejal moañés de Medio Ambiente, Daniel Rodas, confía en que esta iniciativa anime a otras comunidades de montes y al restos de los propietarios de caballos bravos a seguir este modelo, que también tiene como uno de sus objetivos la recuperación del caballo gallego y la limpieza del monte. El presidente de Santomé afirmó que los animales son «os verdadeiros desbrozadores no monte». La Asociación de Cabalos Xaxán organiza desde hace tres años una rapa que se celebra a mediados de agosto en la zona próxima a Chan de Arquiña