«El Museo do Mar no quiso mi colección que ahora tiene Santiago»

VIGO

El malacólogo mundialmente reconocido la donó a la universidad compostelana

22 dic 2008 . Actualizado a las 11:40 h.

La medicina fue la vocación temprana de Emilio Rolán Mosquera (A Guarda, 1935). Pero ya ejerciendo como doctor y por casualidad, empezó a interesarse por los moluscos. «Me inicié en Pobra do Caramiñal, cuando trabajaba allí. Recogía conchas para decorar cofres y un día leí en una revista médica que un coleccionista pedía conchas del Atlántico y le envié un lote. Él me contestó y me mandó a su vez otro lote del Mediterráneo. Me encontré sin querer con una pequeña colección», recuerda. A partir de ahí se compró un libro y empezó a ordenarlas. Al volver a Vigo, en 1965, nació una colección que ha crecido hasta convertirse en una de las más importantes del mundo. «En principio no tenía más aspiración que reunir unas cuantas conchas y ponerles nombre, pero luego empezaron a surgir problemas de determinación. Encontraba ejemplares que no venían en los libros y me puse a estudiarlos». Ahí, sobre 1978, y tras un viaje a Cabo Verde, arrancó su dedicación como investigador. En 1980 hizo su primera publicación (lleva más de trescientas) y se centró en este aspecto más que en la recopilación de caparazones de moluscos en mares y ríos.

Rolán, que fue jefe de Pediatría en el Instituto Social de la Marina durante más de diez años y del de Povisa durante más de veinte, se jubiló hace una década y ahora tiene todo el tiempo del mundo para dedicarse a una de sus grandes pasiones: la malacología. La mayoría de los fondos de su colección -que grosso modo calcula que supera los cinco millones de piezas- proceden de los más de 60 viajes que ha realizado a 35 países de todo el mundo participando en más de una veintena de expediciones, sobre todo en Cuba y Cabo Verde. En su haber científico e investigador tiene publicados más de medio millar de nombres de especies descubiertas y descritas por él mismo. Entre ellas, una específica de Vigo, la Onoba Vigoensis . Emilio Rolán, que se doctoró en Biología en 1992, también ha sido profesor en las universidades de Santiago y Vigo, y es autor de numerosos libros y publicaciones científicas.

Museo de Historia Natural

Su colección podría llenar un museo, y de hecho, a punto estuvo de formar parte de los fondos del Museo del Mar. Pero fue rechazada. Inicialmente, su colección iba a integrarse en el museo vigués cuando se empezó a gestar. Rolán fue nombrado gestor del futuro museo y se acordó la donación de su colección. Años después, cuando Zona Franca entra en el proyecto, el plan cambia para inclinarse por una temática relacionada con la economía y la industria del mar, relegando la biodiversidad al mínimo. «Entonces la colección ya no les interesó. No la quisieron y ahora la tiene la Universidad de Santiago», relata. Rolán se desvincula de la iniciativa y busca otras entidades públicas que acojan su colección. Así, en el 2003 firma un convenio con la universidad compostelana y cede sus fondos a la institución dentro del Museo de Historia Natural.

La pesca submarina y la fotografía son otras de sus pasiones. Rolán bucea, se mete en cuevas, toma imágenes submarinas in situ y en el laboratorio con microscopio electrónico. No compra nunca piezas. «Hay muchas falsificaciones», afirma el experto.