Los tres edificios adquiridos en su día por familiares del modisto Adolfo Domínguez han empezado a derribarse para proceder a la posterior construcción de nuevos inmuebles. Solo se mantendrán en pie los elementos singulares dignos de conservar.
El Concello había dado un plazo de seis meses a los propietarios para acometer el derribo ante el riesgo que suponían en el estado actual, pese a permanecer vallados.
Una vez concluida la demolición, los interesados tendrán que presentar el proyecto de reconstrucción, que en estos momentos recibe los últimos retoques.
Los edificios en cuestión son los situados entre los números 11 y 15 de la fachada de O Berbés.
Además de los propietarios anteriores, otra conocida familia viguesa, Pereira, se ha hecho con otros inmuebles entre los números 29 y 31, que pasarán por el mismo proceso que los anteriores.
La mejora de este barrio se completará con la instalación de elevadores para conectar las zonas alta y baja de la ciudad.
La mejora del Casco Vello se completa en la actualidad con varias iniciativas como la limpieza de fachadas de edificios, gratuita para todos los vecinos que lo soliciten dentro del presupuesto asignado, y la puesta en marcha de los educadores de barrio, en estos momentos en fase de formación, para atender las necesidades de la población en la zona antigua.