La pandemia que se quedó en nada

SOCIEDAD

«Por un momento, en España desaparecieron las fronteras autonómicas», dice un especialista

14 feb 2010 . Actualizado a las 02:15 h.

Mayo del 2009. La autopista que une Shanghái con su aeropuerto está cortada mientras la recorre a toda velocidad un convoy formado por decenas de ambulancias con setenta personas y coches de la policía. Una vez en la terminal, cerrada, los ocupantes de las ambulancias pasan por escáneres y controles de temperatura entre personal protegido de la cabeza a los pies. Se suben a un avión exclusivo para ellos. Estaban sanos, pero eran mexicanos.

A la vista de lo ocurrido, ¿fueron necesarias estas medidas?, y los protocolos organizados en España o en Galicia, ¿resultaron exagerados? Según responsables de sanidad, era necesario todo eso no tanto por la gravedad del caso en sí sino porque hasta entonces nunca se había puesto a prueba el sistema. Se necesitaba un simulacro y la gripe A lo fue, perfecto además porque apenas tuvo víctimas.

Estas son las dos razones principales por las que Sagrario Pérez, directora xeral de Saúde Pública, valora como algo positivo la alerta en tanto fue «la primera vez que se había activado un protocolo de pandemia en el Sistema Nacional de Salud». Sagrario Pérez dirigió desde el primer día la alerta sanitaria en Galicia, que para ella supuso un reto mayor porque apenas llevaba dos horas en el puesto cuando surgió la noticia. Al margen del susto, Pérez tiene claro que el sistema funcionó, y muy bien además: «Hemos funcionado como una estructura muy organizada y nos hemos dado cuenta de que estamos preparados para afrontar cualquier reto que pueda venir, que esperamos que no ocurra».

Destaca la responsable de salud pública como ejemplo de buen funcionamiento la coordinación entre los equipos, la rapidez de respuesta y la responsabilidad y flexibilidad de algunos servicios, como el teléfono de atención a la ciudadanía, que resultó ejemplar.

Comparte totalmente su opinión el doctor Vicente Domínguez -jefe de medicina preventiva del Chuac y coordinador de la pandemia en el hospital-, para quien es inconcebible que haya personas que estén disgustadas porque no haya muerto más gente. Para Domínguez, esa fue una de las grandes ventajas, así como haber demostrado que «si nos lo proponemos, podemos», haciendo especial hincapié en la colaboración institucional: «Por un momento, en España desaparecieron las fronteras autonómicas».

Vicente Domínguez entiende que esta alerta «ha sido un simulacro fantástico, era necesario y resultó gratificante ver cómo todas las personas respondían y entre todos conseguimos un plan de contingencia» en el que no se escatimó tiempo ni dinero, «como se merecen los españoles de su sanidad pública».