Un gallego prueba que la hormona del sueño retrasa el envejecimiento

SOCIEDAD

Dirige en Granada un ensayo clínico pionero para tratar con melatonina la principal causa de muerte en las ucis

12 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Es la pila que activa el reloj biológico del organismo, la encargada de regular el patrón de sueño y vigilia. Pero también encierra un potencial enorme como arsenal terapéutico y como freno para el envejecimiento celular. Es la melatonina, también conocida como la hormona del sueño o de la oscuridad, cuya actividad puede resultar clave para el tratamiento de la principal causa de mortalidad en las unidades de cuidados intensivos de los hospitales (ucis): la sepsis o inflamación generalizada del organismo a causa de una infección que desemboca en un fracaso multiorgánico.

Un equipo de la Universidad de Granada dirigido por el investigador gallego Darío Acuña Castroviejo ha probado en cultivos celulares y en ratones que la administración controlada de melatonina previene la sepsis, lo que le ha valido la autorización para llevar a cabo un ensayo clínico pionero en España y en Europa en el que se comprobará los efectos de la hormona en un grupo de 50 pacientes previamente seleccionados.

«En los modelos animales sometidos a un shock séptico hemos visto que la melatonina previene la muerte del animal, con lo que en poco tiempo esperamos iniciar el tratamiento en un grupo de pacientes del Hospital Virgen de las Nieves, de Granada. Pasamos de la experimentación a la clínica», explica el catedrático de Fisiología de origen santiagués, que ha dedicado los últimos veintidós años de trabajo a estudiar el mecanismo de acción de la melatonina dentro de la célula, una investigación que también le ha permitido varias publicaciones científicas en revistas de relevancia.

El equipo de Acuña Castroviejo en el Instituto de Biotecnología de Granada se ha centrado en los mecanismos de producción de la hormona en el hígado y cerebro, investigación que ha arrojado una conclusión fundamental: la melatonina tiene efectos antioxidantes y antiinflamatorios muy potentes. O lo que es lo mismo, su aplicación puede ser útil para el tratamiento de patologías que cursen con un estrés oxidativo e inflamación, como es el caso de la sepsis, pero también del envejecimiento o el párkinson. En ambos supuestos, los investigadores han probado con éxito el beneficio terapéutico en un modelo celular y en otro animal, en los que se redujo la muerte celular.

«Utilizamos ratones con un envejecimiento acelerado -señala Acuña Castroviejo- y les suministramos melatonina al mes de nacer y luego durante el resto de su vida. Lo que conseguimos fue que los ratones tratados vivieran igual o incluso más que los normales». De lo que se trata, asegura, ya no es alargar la expectativa de vida, sino también de «vivir con una mayor calidad».

Resultados excelentes

En el caso del párkinson, Darío Acuña asegura que los resultados fueron «excelentes». Lo que se hizo fue inocular a los roedores una neurotoxina que les producía la enfermedad neurodegenerativa para luego tratarlos con la hormona de la oscuridad. ¿El resultado? «Conseguimos prevenir la aparición del párkinson y enlentecer su desarrollo». En el supuesto de que el tratamiento se emplee en humanos, el investigador asegura que la verdadera eficacia se alcanzará si se trata al paciente en los estadios iniciales de la enfermedad. Al igual que se ha hecho con la sepsis, el objetivo es desarrollar un ensayo clínico para tratar a pacientes de párkinson.

Después de varios años de trabajo, el equipo de científicos descubrió que la muerte celular en el párkinson está relacionada con el aumento de óxido nítrico y radicales libres en la mitocondria de la célula. El organismo produce estas sustancias de forma natural, pero cuando sus niveles son excesivos se convierten en tóxicas. La melatonina es capaz de inhibir la producción de óxido nítrico en la mitocondria.