Las garrapatas siguen haciendo de las suyas. Si no que se lo pregunten a las autoridades sanitarias turcas, pues en lo que va de año 39 personas han perdido la vida en este país a causa de la picadura de este pequeño animal. Las últimas tres fallecieron ayer debido a la llamada fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (CCHF), enfermedad transmitida por este tipo de ácaros, según la agencia Efe.
La Asociación de Veterinarios Turcos ha advertido que el número de garrapatas infecciosas puede estar en aumento en este país por un error en la desinfección de las áreas verdes, con productos que han matado muchos insectos que se las comen. Las primeras muertes causadas por estos animales se produjeron en el 2002 en la región de Anatolia central, pero se han expandido a otras provincias, y han alcanzado ya algunas ciudades.
Todo parece indicar que incluso han traspasado las fronteras hacia Grecia, donde la semana pasada falleció una mujer por la picadura de una garrapata en una aldea cercana a la frontera con Turquía. Además, un niño de 10 años está ingresado en un hospital aquejado de una fiebre que podría ser CCHF. Por eso, las autoridades helenas están investigando un posible brote de esta fiebre en el noroeste del país. Así, un equipo de veterinarios está haciendo pruebas a los animales domésticos de la zona para confirmar si hay una epidemia.
Las enfermedades provocadas por algunas garrapatas se han hecho famosas en España recientemente porque los jugadores de las selecciones de fútbol que acudieron al Europeo disputado en Austria y Suiza tuvieron que vacunarse contra la picadura de este ácaro. También se aconsejó la vacuna a los aficionados que viajaron a estos países.
Según un estudio de investigadores españoles del Instituto de Salud Carlos III, hasta el momento se han descrito 869 especies de garrapatas, de las que se han identificado 38 capaces de transmitir enfermedades al ser humano. En España se han descubierto nueve especies implicadas en la transmisión de diez tipos de bacterias patógenas para el hombre. Todos los años muere alguien en España a consecuencia de la fiebre botonosa, causada por la picadura de este ácaro. La presencia de estas bacterias no es homogénea y existe una cierta especialización por países y zonas.