Advierten riesgo de contaminación en las bombillas de bajo consumo

J. R.

SOCIEDAD

La Agencia de Medio Ambiente del Reino Unido pide a los fabricantes que enseñen cómo hay que reciclarlas

06 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El plan del Gobierno británico de sustituir las bombillas tradicionales de tungsteno por otras que consumen menos energía podría causar problemas de salud a aquellas personas que sufren eccemas y otras afecciones de la piel. Así lo han advertido expertos británicos, según los cuales, los consumidores deberán extremar los cuidados a la hora de deshacerse de las bombillas que se hayan fundido o roto para evitar la contaminación con el mercurio venenoso que contienen.

La Agencia del Medio Ambiente reconoció que tanto el comercio como las autoridades tienen que hacer mayores esfuerzos para informar al público de cómo hay que reciclar ese tipo de bombillas.

Las autoridades británicas quieren sustituir de aquí al 2011 todas las bombillas tradicionales por modelos fluorescentes que ahorren más energía.

Según el profesor John Hawk, portavoz de la Fundación Dermatológica Británica, las nuevas bombillas pueden causarles problemas a las personas de piel sensible a la luz, muchas de las cuales no pueden pasar ya mucho tiempo en lugares iluminados con lámpara fluorescentes, como hospitales y fábricas. «La luz fluorescente parece tener alguna característica ionizante que afecta al aire que las rodea, y esto a su vez tiene repercusiones para un determinado número de personas», afirma Hawk.

Salir de la habitación

Según consejos del Ministerio británico del Medio Ambiente, si se rompe una bombilla de baja energía, hay que evacuar la habitación durante un cuarto de hora como mínimo. Además, en ese caso no debe usarse una aspiradora automática para recoger los restos y hay que evitar inhalar el polvo.

Las autoridades medioambientales recomiendan el uso de guantes para recoger la bombilla, que luego debería llevarse en una bolsa de plástico al lugar del municipio destinado para su reciclaje.

La preocupación de las autoridades es limitada, considerando que para que haya cierto riesgo directo para la salud de las personas tendrían que romperse cinco bombillas a la vez en un espacio sin ventilación.