Agustín Hernández anunció que sí había acuerdo con las operadoras y estas lo negaron de inmediato
04 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.La Xunta de Galicia y los ayuntamientos de Ames, Boqueixón, Brión, Santiago, Teo, Vedra, Val do Dubra, Oroso, O Pino, Touro y Trazo firmaron ayer el nuevo convenio del transporte metropolitano en un acto de marcado carácter protocolario e institucional pero sin ninguna novedad respecto a los plazos ni al futuro sistema, cuyos principales cambios respecto al modelo actual son el aumento de líneas, la incorporación de tres municipios y la posibilidad de hacer cambios de línea sin coste añadido en el precio del billete.
Eso sí, la participación de numerosos empresarios del sector del transporte de viajeros, unida a la destacada ausencia en el acto de representantes de firmas de peso como Monbus y Autobuses de Calo, sirvieron para confirmar que, pese al aval de las Administraciones autonómicas y locales al convenio del transporte metropolitano de Santiago, el acuerdo para la puesta en marcha del nuevo sistema no está cerrado. Falta el visto bueno de las empresas que deben transportar a los millones de usuarios que estima la Xunta.
Pese a esta circunstancia, el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, del que depende la Dirección Xeral de Mobilidade, afirmó que sí existía un acuerdo con el sector para el apoyo al documento y también reiteró que el nuevo modelo podrá entrar en vigor en el primer trimestre del 2011.
Largo e infructuoso proceso
Las escuetas palabras relativas al consenso con el sector del transporte quedaron desmentidas casi al segundo por las afirmaciones de varios alcaldes en el acto y por distintos transportistas, ya que, según el testimonio de varios de ellos, ninguna de las empresas con concesiones de líneas de viajeros que operan en Santiago y la comarca compostelana han aprobado el nuevo convenio y tampoco existe una fecha ni prevista ni estimada para hacerlo.
El distanciamiento con las operadoras no es nuevo, ya que el modelo de transporte metropolitano que la Consellería de Medio Ambiente prevé instaurar en Compostela data del año 2008, cuando el anterior gobierno autonómico planteó el sistema de división del área metropolitana en seis zonas con la posibilidad de hacer cambios de líneas y sin costes añadidos cuando solamente hay un cambio de zona.
La Dirección Xeral de Mobilidade heredó la propuesta, y tras estudiarla con detalle, la mantuvo en los mismos términos pero sumando unos atrasos que aún no han terminado y siempre por la misma razón, la falta de acuerdo con los transportistas.
Mientras tanto, el servicio se rige por un convenio que data del año 2006 y que no ha servido para descongestionar las carreteras de acceso a la capital gallega. Problemas con los horarios, autobuses saturados en horas punta y tarifas con precios muy distintos para trayectos idénticos son los principales inconvenientes del servicio, que ahora excluye a Touro, Trazo y O Pino.