El Compostela solo tarda veinticinco segundos en superar a un débil Eibar

X. R.

SANTIAGO

15 abr 2010 . Actualizado a las 10:48 h.

El Compos derrotó al Eibar en San Lázaro (1-0) y logró salvarse del descenso matemático a Tercera División. Un gol de Rubén Márquez a los veinticinco segundos fue suficiente para derrotar a un decepcionante Eibar.

El partido no pudo empezar mejor para el Compostela. El equipo de Fabiano tardó veinticinco segundos en marcar. Nada más sacar de centro, Tiko Messina se fue por la banda izquierda, centró al área y un defensor despejó de forma imprecisa el esférico. El rechace llegó a las botas de Rubén Márquez, que de disparo raso y cruzado batió a Zigor.

El Eibar, en horas bajas, nunca demostró en la capital gallega su posición en la tabla. El segundo clasificado defraudó en San Lázaro. En ningún momento fue capaz de dominar la situación. El Compos, con ventaja en el marcador, cedió la posesión del balón y jugó con mucho oficio.

El Eibar estiró sus líneas en busca del empate tras verse obligado su técnico a realizar el primer cambio a los quince minutos. Y en esta transición de planteamientos el once blanquiazul estuvo a punto de sentenciar. Iván se quedó solo ante el meta Zigor, pero estuvo muy lento en la recepción del balón y en la ejecución de la jugada. El pichichi del Compos fue incapaz de regatear en su salida al cancerbero armero y se quedó con la miel en los labios.

El Compos no sentenció, pero el Eibar tampoco puso en aprietos a los locales. Trovo tuvo otra buena ocasión para marcar, en un disparo duro y colocado que despejó el meta visitante. En la recta final de la primera parte, el Eibar dispuso de su primera gran ocasión, aunque Etxaniz remató por encima del larguero. Un minuto después, Trovo volvió a probar fortuna desde larga distancia.

En la segunda parte, el partido no sufrió variaciones. El juego fue muy trabado, con constantes interrupciones, muchas faltas y gran cantidad de tarjetas. El Compos supo marcar los tiempos del encuentro y Fabiano mantuvo el mismo once hasta el minuto ochenta. Pese a llevar dos semanas sin entrenar, los compostelanistas no acusaron el esfuerzo.

Solo en la recta final los santiagueses sufrieron un poco los ataques de un Eibar decepcionante y muy débil.