Haití acapara las peticiones de solidaridad del Foro de Oenegés

SANTIAGO

31 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

«Axudemos a Haití neste Día da Paz. Enviemos diñeiro e forza para restituír un estado autónomo haitiano». Son las palabras que Branca Novoneyra pronunció ayer durante la lectura del ya tradicional Manifesto pola Paz que cada año inaugura la celebración del Foro de Oenegés. Este año, la catástrofe de Haití centró las peticiones de solidaridad tanto de las autoridades allí presentes como de las organizaciones no gubernamentales que se concentraron durante toda la jornada en una carpa instalada en la plaza Roxa para la ocasión.

Así, el programa de actividades del día venía precedido de información más que completa para que los compostelanos que lo deseen puedan aportar su granito de arena en la reconstrucción de un país asolado por la tragedia. Más de 200.000 familias sin hogar, sin alimentos y con una atención sanitaria limitada permanecen en el país más pobre de América.

Máis de una veintena de oenegés se dieron cita en la capital de Galicia para mostrar a los vecinos que se pasaron por el Ensanche los proyectos en los que trabajan o el material didáctico con el que conciencian a la población. Además, era posible adquirir productos procedentes del comercio justo.

Durante el acto institucional, los alumnos de la Escola Municipal de Música amenizaron la lectura del manifiesto de Branca Novoneyra, que quiso hacer reflexionar a los presentes sobre la cultura consumista en que la sociedad se ve inmersa y sobre las causas y efectos de la crisis económica mundial. También hubo un recuerdo especial para los conflictos de Palestina y Afganistán.

Por su parte, el alcalde, Xosé Sánchez Bugallo, recordó que la paz «está sempre baseada na xustiza, a liberdade e a igualdade» y que es difícil conseguir un mundo sin guerra ni odio si las personas «non atopan unha vía para defender esa liberdade».

Los protagonistas, sin embargo, fueron los miembros de las organizaciones que participan en el Foro de Oenegés. «As cidades non son os edificios e monumentos, son as persoas as que as fan boas e habitables», explicó el regidor municipal. Y en Compostela hay miles de personas que dedican su vida a ayudar a los demás, algo «que nos fai sentir orgullosos». Una suelta de palomas puso punto y final a un acto en defensa de los valores de la democracia.