Los arquitectos recogen firmas en apoyo de la construcción

Á.?P.

SANTIAGO

25 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Entre los arquitectos de Santiago el desconcierto es evidente. La directiva de la delegación compostelana del Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG) difundió esta semana un correo electrónico interno en el que solicitaba a todos los asociados su respaldo para exigir que se los tenga en cuenta como profesionales.

La presidenta de la delegación en Santiago, Idoia Camiruaga, estimaba ayer en conversación con La Voz que esta sentencia «sienta un precedente nefasto». Entiende que la decisión del juez no se sostiene con criterios técnicos y que se erige en arquitecto por encima de los propios técnicos, por lo que ningunea su labor.

Para ella, la obra del arquitecto Víctor López Cotelo tiene una gran calidad. «Demolerla sería un atentado a la cultura actual», precisa, porque cree que no se hacen muchas obras con tanta profundidad como la que ahora se cuestiona. Incluso dice que es mejor que A Vaquería, del mismo arquitecto y del mismo promotor, y galardonada con el premio nacional Manuel de la Dehesa. También reflexiona si en Galicia no hay suficientes problemas arquitectónicos como para empezar por un proyecto que ella, al igual que la Dirección Xeral de Patrimonio, califica de ejemplar.

De hecho, Camiruaga invita a los jueces de la sala segunda del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia a visitar la obra con el propio arquitecto para poder entender lo que ella define como «diálogo con el entorno» que potencia la rehabilitación.

Por todo, desde el Colegio, y con la colaboración de otros profesionales, se está promoviendo desde hace semanas una recogida de firmas a la que ya se han sumado autores de renombre. Ya hay más de 300, que quieren mostrar así su apoyo a López Cotelo por su trabajo. Incluso crearon recientemente un weblog, en la dirección en la Red pontesarela-scq.blogspot.com, para difundir el caso y solicitar más apoyos.

En esa misma página web se recoge una carta remitida por Matthias Reichenbach-Klinke, catedrático de Planeamiento y Construcción en el Medio Rural en la Universidad de Múnich y miembro de la Academia alemana de Urbanismo, entre otros. En el escrito, el arquitecto germano señala: «En el contexto europeo, cualquier otra medida [que no sea permitir que se finalice la obra] sería incomprensible». También apela al «extraordinario y paradigmático carácter de esta intervención».