Mejor vino gracias al microclima

Lars Christian Casares Berg
christian casares PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Una red de estaciones meteorológicas en los viñedos afinará la producción

29 nov 2011 . Actualizado a las 15:57 h.

Han pasado 172 años desde que se formulase la teoría por la que se calcula el tiempo que va a hacer durante todo un año en cualquier zona de España en función de una estimación solo sobre los ciclos del sol y la luna. Pese a la popularidad que ha alcanzado en su larga vida el Calendario zaragozano entre quienes viven del trabajo en el campo, el futuro no está en una teoría meteorológica general, sino más bien en todo lo contrario.

El aprovechamiento de la información sobre el microclima es la clave. Al menos en el mundo del vino. Pero no se trata ya de calcular cómo son las condiciones para una denominación de origen. Ni tan siquiera para una zona concreta de ella, como podría ser el valle de O Salnés, en el caso de Rías Baixas. Hay que afinar más. Se trata de acotar condiciones específicas dentro de las propias plantaciones que sirven de base para la confección de un único vino. La bodega Martín Códax hace tiempo que dio el primer paso en este terreno. Pero ahora dará un salto.

La Diputación de Pontevedra y la propia bodega colaboran en un proyecto denominado Viñas Atlánticas que llevará a la instalación de tres estaciones meteorológicas completas en tres puntos distintos de los viñedos de Martín Códax. MeteoGalicia establecerá una red de sensores meteorológicos para conocer al instante las variaciones climáticas que favorecen los ataques de hongos en las cepas. Y un ordenador central coordinará la respuesta más adecuada.

En realidad tampoco diferirá tanto el método que los agricultores han ido perfeccionando desde que en 1840 apareciese la primera edición del popular almanaque. Lo que se hará, como se ha hecho siempre, es ajustar los cuidados de la producción a las condiciones meteorológicas. Solo que ahora la evaluación la harán expertos científicos en tiempo real.

Y ahí es donde entra en juego la Diputación de Pontevedra. La Estación Fitopatológica de Areeiro, que depende de la institución provincial, evaluará en qué condiciones exactas se da el hongo que ataca a la vid y establecerá, en base a las mediciones de la red instalada sobre el terreno, el mejor momento para combatirlo. El aviso será instantáneo. Una notificación a través de Internet o mediante un mensaje de texto al móvil del viticultor alertará de que ha llegado el momento de aplicar el tratamiento.

Lo que permite el sistema es aplicarlo adecuadamente usando la mínima cantidad de productos químicos. Biólogos, agrónomos e institutos públicos de investigación irán de la mano día a día, casi segundo a segundo. El sistema destierra la improvisación y aleja al vino de Rías Baixas de los riesgos de una planificación general de la que el Calendario zaragozano es el ejemplo máximo con sus predicciones anuales. Los datos llegarán ahora en tiempo real sobre humedad relativa, la humedad en las propias vides y las distintas temperatura en los viñedos. Todo para llevar todos los matices del microclima local al resultado final: un vino mejor.