«Nos encantaría tocar dentro de la catedral de Santiago porque la acústica debe de ser genial»
CULTURA
Tanto Tim Kingsbury como Richard Reed rehúyen profundizar sobre las letras del álbum y sus influencias. Si se les pregunta si piensan haber retratado la América de los últimos veinte años, se quedan varios segundos en silencio. Y luego admiten que puede ser, pero que no lo pretendían. Si, por contra, se le advierte que ahora desprenden un toque Neil Young, cuando antes todo el mundo citaba a Springsteen, bromean: «Hasta este disco solo escuchábamos a Springsteen. Ahora lo hemos abandonado por Neil Young. Es gracioso como la prensa va cambiando sus opiniones», dice Kingsbury.
Pregunta. ¿Cuál es el parecido más raro que le han dado?
T.?K. En Turín leí, al día siguiente de un concierto, una reseña y decía que cuando tocamos Wake Up le recordamos ¡a Nickle Back!
P. No se cita mucho, pero los Dexys Midnight Runners tienen similitudes con ustedes. ¿Lo admiten como influencia?
R.?P. No, pero un periodista alemán ya nos lo dijo: «Chicos, nunca lo habéis admitido, pero Dexys Midnight Runners os han influenciado mucho». Y nos puso una canción allí mismo. Ninguno de nosotros la habíamos escuchado antes.
P. Ian McCulloch de Echo & The Bunnymen dijo a La Voz que ustedes eran el grupo del momento.
T.?K: ¡Guau! Eso es muy bonito por su parte porque somos muy fans de él. Su disco Porcupine es sorprendente, muy bueno, un clásico.
P. ¿Entraron en la catedral de Santiago?
T.?K. Sí, es impresionante.
P. ¿Les gustaría grabar en ella como ya hicieron en algunos templos?
T.?K. Nos encantaría tocar dentro, la acústica ahí dentro debe de ser genial. El órgano es impresionante. Los tubos van de vertical y luego se doblan en horizontal.
R.?P. Eso es muy español. En la catedral de Ciudad de México hay un órgano así también, y suena tremendo, como trompetas medievales. Es una locura.
T.?K. Santiago es una belleza. Fui a la catedral y a dar un paseo, sin buscar nada en particular, pero vi muchas cosas hermosas. Es una ciudad preciosa.
R.?P. Nos vamos a quedar unos días más para pasear por diferentes zonas de Galicia a ver las iglesias románicas para disfrutar.