Luis Pousa presenta su primera novela, «La noche de las palabras», como «una historia de dos ciudades que amo»

R. García

CULTURA

07 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La pequeña Rosalía correteaba entre los libros y el público que en la tarde noche de ayer llenaba la librería Arenas de A Coruña hasta que se dio cuenta de que su padre, el escritor y periodista Luis Pousa, iba a empezar a hablar sobre su primera novela La noche de las palabras . La pequeña buscó entonces el regazo de su madre, Nancy, sentada entre el público y a la que está dedicada esta obra. El director de La Voz de Galicia, Xosé Luis Vilela, que participó en la presentación, vio que dentro de La noche de las palabras había tres libros y «una cuarta lectura que es el tributo a A Coruña como patria sentimental».

Luis Pousa (Lugo, 1971) afirmó que su primera novela «es, -con el permiso de Dickens-una historia de dos ciudades que amo profundamente» como son las de Barcelona y A Coruña. Entre ellas se mueve el protagonista, «ese pintor golfo y entrañable que es Miguel Andrade».

Vilela también afirmó que los textos de Pousa, tanto sus columnas en este diario como los de su blog f arraposdegaita, «son siempre una pequeña obra de arte». Por su parte, el crítico literario y catedrático de literatura comparada José María Paz Gago auguró: «Luis Pousa dará mucho que hablar no solo en la literatura gallega sino en la española»; en este sentido, encuadró al ganador de la novena edición del premio literario Fernando Arenas Quintela en la llamada generación Nocilla y apuntó los cuatro puntos que definen dicho colectivo: «Son blogueros, escriben capítulos cortos y muy fragmentarios», han nacido en los años setenta, tienen una formación científica (Agustín Fernández Mayo es físico, Santiago Sierra, médico en Santiago, Luis Pousa, matemático) y «son autores muy de imágenes».

Paz Gago también destacó algunas coincidentes entre la novela de Pousa y una de Umberto Eco, a lo que el autor apostillo que, aunque no había leído la obra del italiano, «ya me gustaría parecerme a Eco».

El presidente del jurado que falló el premio, José Manuel Liaño Flores, bromeó con que no había sido necesario «colgarnos a 30 metros para presentar el libro, como ocurrió ayer» y destacó «las peculiaridades narrativas y la originalidad» de la novela.

En sus palabras de agradecimiento, Pousa habló de deudas con literatos y matemáticos y auguró que Miguel Andrade, el protagonista, «no sé si tendrá más recorrido, pero pondrá las neuronas a remojo y a ver qué sale».