Los Médici vigueses quieren importar el ikejime nipón

soledad antón, m. torres

VIGO

10 ene 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

1 Andrés Médici e Ivana, su mujer, están la cuenta atrás. Preparan las maletas para realizar su viaje soñado. Tokio les espera. Harán turismo, porque diez días dan para mucho, pero su periplo es eminentemente profesional. Propietarios de uno de los mejores restaurantes de comida japonesa de Vigo (Oh Sushi), se han puesto muchos deberes.

Sin duda, el más ambicioso es tratar de convencer a alguno de los profesionales que manipulan el pescado en la lonja (una de las mayores del mundo) para que venga a Galicia a explicar a pie de muelle a nuestros pescadores sus técnicas, especialmente la Ikejime, considerada la mejor que existe para sacrificar un pez y, de paso, lograr que tenga un mejor sabor. Los japoneses, que de pescado saben un poco, están dispuestos a pagar hasta un 50% por ejemplares sacrificados con dicha técnica.

Andrés Médici lleva un tiempo tratando de implicar a pescadores de la ría en su proyecto. No encontró la respuesta que esperaba, pero siguió buscando. Así fue como dio en Ribeira con Artesáns da Pesca, un grupo de profesionales que comparten filosofía: «Convencidos de que una de las claves de futuro de nuestros caladeros es la pesca artesanal del día, queremos lograr que las capturas tengan debidamente garantizado el enorme valor de la frescura y reconocido su origen gallego».

El «sueño de nuestra vida», como definen Andrés e Ivana el viaje que están a punto de iniciar, incluye una parte lúdica no menos importante. Tienen día y hora para comer en sendos restaurantes con tres estrellas Michelin en los que hay que reservar con meses de antelación. Ya saben que van a compartir mesa con otros siete comensales (es el tope por turno), y que van a pagar 180 euros per cápita por 18 bocados y un sopa, lo que no saben es qué servirá ese día el chef.

La aventura de editar

2Año nuevo, estrategias nuevas. Es un lema que bien puede aplicarse a los creadores de El Arca de las Historietas, revista de cómic en al que, entre otros nombres propios, encontramos al guionista David Braña. Es el que me cuenta que uno de los cambios principales es la periodicidad de la publicación. A partir de ahora los números coincidirán con los salones de cómic de Barcelona y Madrid.

Aprovecho para preguntarle cómo va aquel proyecto de situar en Vigo la acción de la segunda parte de su trilogía Dos (primeros síntomas). Está en máquinas, dice. Añade que el guion está rematado hace tiempo, que todo está a expensas de que Anel Montoro remate las ilustraciones. En la primera entrega, tras hacerles viajar desde Tossa de Mar, había dejado a los protagonistas en la plaza de América. Allí ha retomado la histoira, que ahora les situará en escenarios tan identificables (también fuera de Vigo) como Citroën, el Sireno o la calle de las ostras.

David es uno de tantos guionistas de cómic que, bien a su pesar, tiene que ganarse los garbanzos en un sector tan poco relacionado como la logística. «En España viven del cómic cuatro privilegiados», se lamenta. Tal vez un día sea él el quinto. A ver.

Los Reyes, en ferri

3Parte de los regalos de Reyes que recibió el pequeño caminhense Diogo Farinhoto llegaron ayer a su casa en ferri. No es que Sus Majestades se equivocaran de día, ni de casa o que los camellos no pudieran cruzar el río. Solo que las tres toneladas de tapas y envases plásticos que el niño, conocido en toda Galicia y Portugal por su campaña para conseguir una prótesis ya que nació sin mano, pidió para poder sufragarla, fueron recogidas por personas anónimas de A Guarda. La concejala Monserrat Magallanes supervisó el traslado de material.

El abultado tamaño de los presentes, cuyo peso ronda las tres toneladas, obligó a realizar dos viajes. Y ya van 16, según confirmó a pie de puerto Elisabete Farinhoto, la mamá del niño: «Ni Diogo ni yo olvidaremos lo que Galicia hizo por nosotros, pero especialmente A Guarda, que fue quien nos tendió la mano en la ribera gallega».