Vacamulo comparte las valoraciones más altas de la Guía de Vinos de Galicia con el godello O Soro y un ribeiro tostado
23 feb 2024 . Actualizado a las 10:12 h.El monfortino Juan Paredes, importador de vinos afincado en Nueva York, tuvo buen ojo al obsequiar a finales del pasado año al director y actor estadounidense Woody Allen con una caja de Vacamulo. Este mencía de Ribeira Sacra, elaborado en la subzona de Amandi por la bodega Don Bernardino, obtuvo la puntuación más alta de todos los tintos que se cataron para la última edición de la guía Paadín de vinos y bodegas de Galicia. No anduvo muy lejos de los 100 puntos de media —varios catadores se los dieron— en la criba que sirvió para elegir las marcas que figuran en lo más alto del podio de esta publicación. En el panel estaban los directores técnicos de las cinco denominaciones de origen gallegas y de los consejos reguladores de Rioja, Ribera del Duero, Toro y Bierzo.
La Guía de Vinos, Destilados y Bodegas de Galicia, de periodicidad anual, no detalla en sus páginas las puntuaciones exactas que recibieron los mejores tintos y blancos en esa cata final. Aparecen con la calificación genérica de «gran oro», la más alta que concede esta publicación, reservada para los vinos que obtuvieron entre 92 y 100 puntos. «Alcanzar una media de 100 puntos en un panel amplio es imposible. Con solo tres catadores ya sería muy difícil la unanimidad. Imagínate si son doce», apunta Luis Paadín, autor de la guía junto con su hijo Alejandro. En la edición que sale ahora a la venta, tres de los vinos reseñados coquetearon con la perfección. Fueron el tinto Vacamulo 2019 (Ribeira Sacra) y los blancos As Pasas dos Pasás 2011 (Ribeiro) y Sorte O Soro 2021 (Valdeorras).
Este último godello, procedente de una sola viña y elaborado por Rafael Palacios, se convirtió en la cosecha del 2020 en el primer blanco gallego en obtener 100 puntos Parker. El que estuvo más cerca entre los tres de conseguir esa nota media en la cata final de la Guía Paadín fue As Pasas dos Pasás, que lleva la firma del colleiteiro de Arnoia Luis Anxo Rodríguez. Diez de los doce catadores dieron la máxima puntuación a este vino dulce, un tostado del que se producen unas 600 botellas y solo en vendimias señaladas.
Los expertos suelen tener menos reparos a irse arriba en los puntos cuando se trata de elaboraciones especiales como el tostado, vino de gran concentración y peculiares aromas y sabores por el empleo de uva pasificada. Galicia, por otro lado, sigue siendo un referente de forma muy especial en los blancos. Estos factores, y la presencia en jurado los directores técnicos de las dos zonas de tintos más prestigiosas de España, ponen en contexto la alta valoración que obtuvo Vacamulo. «Estamos hablando de un vino excepcional. Los catadores eran de zonas muy distintas y cada uno tiene su criterio personal, pero todos comparten un nivel de conocimientos muy alto», apunta el editor de la guía de vinos de Galicia.
De un viñedo escogido
Vacamulo, al igual que O Soro, es un vino con crianza en barrica que procede de un viñedo escogido. En este caso se trata de una parcela de cepas viejos y suelo granítico de la ribera del Sil situada en Chanteiro, en el municipio de Sober. La elaboración se lleva a cabo en la bodega Don Bernardino, pero dentro del proyecto Wild Wines que puso en marcha el joven enólogo Diego Rodríguez, hijo de Emilio Rodríguez, uno de los pioneros de la denominación de origen. El tinto con el que fue obsequiado Woody Allen no es uno más ni en perfil ni en precio. La botella cuesta en torno a 65 euros y el vino se aleja radicalmente del estilo habitual de los mencías del año. Un camino que posiblemente sea el único para la viticultura heroica.
Un obsequio por la colaboración en un corto de un director gallego
Juan Paredes, distribuidor de la bodega Don Bernardino en la costa Este de Estados Unidos, comparte amistad desde hace tiempo con el coruñés Xosé Zapata, ganador de un Goya en el 2022 como creador de la película de animación The Monkey. En su próximo trabajo, un corto sobre el ajedrecista Bobby Fischer que verá la luz este año, cuenta con la colaboración de Woody Allen. La implicación en el proyecto del cineasta estadounidense —del que trascendió su interés por algún bodeguero español— fue recompensada con una caja del tinto que ahora despunta en la guía de vinos de Galicia.
Vacamulo es el nombre que reciben los jabalíes de gran tamaño que encuentran refugio en las escarpadas laderas del cañón del Sil. La etiqueta es un guiño desenfadado a esas codiciadas piezas de caza mayor con las que el vino comparte cuerpo y poderío. Uno de los bocetos que sirvieron de referencia para diseñarla llegó a manos de Woody Allen y le fue devuelto a la bodega con un autógrafo del actor y cineasta.
El enólogo, Diego Rodríguez, se marca un listón alto. «Un viño de parcela —explica— ten que estar á altura da singularidade que se agarda del». También tiene claro, por otro lado, que en Amandi hay mimbres para dar la talla con este tipo de elaboraciones: «Somos a única subzona da denominación de orixe con todas as viñas en orientación sur, unha particularidade moi importante na madurez da uva que precisan este tipo de viños».
Son los que más rotan
El mercado de los tintos, con carácter general, no está precisamente para lanzar cohetes. Pero son los del estilo de Vacamulo los que menos problemas encuentran. «Os viños singulares e de alta calidade son os que mellor se venden e os que máis rotan», apunta. Sobre el espaldarazo de la Guía de Vinos de Galicia, el enólogo considera que el sector está en deuda con Paadín «polo traballo de promoción de todos estes anos».