Educación retoca la reválida y sienta sus bases sobre la selectividad

La Voz

SOCIEDAD

Antonio Cortés

Al igual que la antigua prueba, solo tendrían que presentarse los alumnos que quieran acceder a un título de Grado y no para obtener el título como preveía la LOMCE

25 oct 2016 . Actualizado a las 16:15 h.

El ministerio de Educación ha decidido darle una vuelta más a la reválida que establece la nueva  ley de Educación (LOMCE) y ha decidido tomar como base la antigua selectividad para modificar lo que se tenía previsto. La nueva reválida que establece la ley Wert proponía que todos los alumnos de Bachillerato y ESO debían examinarse para lograr su correspondiente título. Esto ya no será así. Esta prueba, al igual que la selectividad, solo tendrán que realizarla los alumnos de Bachillerato que quieran acceder a una enseñanza de Grado. Así se desprende de un borrador de la orden ministerial sobre las características de las reválidas de ESO y Bachillerato publicado este martes por el periódico Magisterio.

El alumnado que finalice sus estudios de Bachillerato en el curso 2016-2017 deberá obtener una calificación igual o superior a 4 puntos en la evaluación final de Bachillerato para acceder a las enseñanzas universitarias oficiales de Grado. Otra de las similitudes con la antigua selectividad es el porcentaje empleado para calcular la nota final. Según este borrador, la calificación final para el acceso a estudios universitarios de este alumnado se calcularía como hasta ahora, ponderando un 40 % el resultado de la evaluación final y un 60 % la nota media del expediente académico del alumno en Bachillerato.

«Se entenderá que se reúnen los requisitos de acceso cuando el resultado de esta ponderación sea igual o superior a 5 puntos», añade. El texto indica también que la evaluación de Bachillerato este curso «únicamente» se tendría en cuenta para el acceso a la Universidad, no para la obtención del título de la etapa, tal y como establece el calendario de implantación de la LOMCE. Tampoco la de 4º de la ESO tendría efectos académicos

El texto es del 23 de septiembre, aunque un portavoz del Ministerio de Educación ha asegurado a Europa Press que no es el documento sobre el que este departamento está trabajando en la actualidad. El plazo límite para aprobar esta orden en Consejo de Ministros es el 30 de noviembre. El texto debe contar primero con el dictamen preceptivo del Consejo Escolar del Estado, pero este organismo está bloqueado por la falta de altos cargos y la imposibilidad del Gobierno en funciones de nombrarlos.

El ministerio con esta orden fijaría el marco común de las pruebas, es decir, la duración, el diseño y su contenido y dejaría en manos de las comunidades autónomas la potestad para organizar las evaluaciones y fijar los tribunales, las fechas y las preguntas de los exámenes. Una decisión, esta última, que fue criticada por el Consejo Escolar del Estado, que advirtió de que «podría ahondar, aún más, en las diferencias existentes entre las 17 autonomías».

JORGE PARRI

Cuatro días de exámenes

Las principales diferencias entre las nuevas evaluaciones y la Selectividad es que se emplearían cuatro días como máximo -cinco en las comunidades con lengua cooficial-, en lugar de tres -cuatro en CC.AA con lengua cooficial-, y los alumnos se examinarían de contenidos de los dos cursos de Bachillerato, no sólo de segundo.

El texto señala para ambas reválidas que se realizaría una prueba por cada una de las materias objeto de evaluación en la etapa correspondiente, constando cada una de ellas de un número mínimo de dos preguntas y un máximo de 15. El borrador indica que el tipo de preguntas podría ser tipo test de opción múltiple -una sola respuesta correcta inequívoca entre las opciones propuestas-; semiabiertas -respuesta correcta inequívoca y que exige construcción breve por parte del alumno; y abiertas -exigen construcción por parte del alumno y no tienen una sola respuesta inequívoca-.

El decreto aprobado a finales de julio por el Consejo de Ministros establece que los alumnos de 4º de la ESO se examinarán de siete materias: cuatro troncales, dos opcionales y una específica, a elección del alumno, que no sea Educación Física, Religión o Valores. La nota final constará en un 70% de la media de las calificaciones obtenidas en esa etapa y en un 30% la calificación en la evaluación final. Los de 2º de Bachillerato se examinarán de cinco asignaturas troncales, dos opcionales y una específica, a elección del alumno, que no sea Educación Física ni Religión.

Duración de las pruebas y fechas

Según el borrador de la orden, cada prueba final de ESO duraría 60 minutos, con un descanso entre pruebas consecutivas de, como mínimo, 15 minutos. La de Bachillerato, 90 minutos y con descansos de 20 minutos. Además, habría un descanso entre pruebas consecutivas de, como mínimo, 20 minutos.

El borrador también señala que las pruebas de evaluación final de ESO correspondientes al curso 2016-17 en convocatoria única deberían finalizar antes del 24 de junio y los resultados deberán ser publicados antes del 15 de julio. Las de Bachillerato, antes del 10 de junio y los resultados deberían publicarse antes del 24 de junio. También cabría una convocatoria extraordinaria anterior al 8 de julio cuyos resultados deben publicarse antes del 23 o, en el caso de hacerse en septiembre, antes del 9 y cuyos resultados se publicarían antes del 23.

Difusión de los resultados

Ambas evaluaciones irían acompañadas de cuestionarios de contexto, como la de Primaria, para conocer la situación socioeconómica y sociocultural de las familias de los alumnos, según el borrador de la orden.

También señala sobre los resultados de las evaluaciones que las administraciones educativas pondrían en conocimiento de la comunidad educativa los resultados de las evaluaciones finales que realicen en su ámbito de gestión, «mediante indicadores comunes» para todos los centros docentes establecidos por el Ministerio de Educación «sin identificación de datos de carácter personal y siempre garantizando el anonimato de los alumnos y sus padres».

Los que repiten 2ª de Bachillerato no están obligados

La Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid ha remitido una circular a los centros educativos para especificar que los alumnos de 2º de Bachillerato matriculados el curso pasado en asignaturas pendientes no tendrán que hacer la evaluación final para obtener el título. Medidas similares se van a tomar en el resto de las comunidades.

Según la resolución, estos alumnos no tendrán que hacer la reválida, obteniendo así el título de Bachillerato. No obstante, se da la opción voluntaria de poder hacer la evaluación final a los alumnos que así lo consideren si pretenden mejorar la nota media. «Sólo necesitarán matricularse de las asignaturas pendientes, que recuperan, según el currículo LOE. La superación de todas esas materias al término del curso 2016/17 será suficiente para ser propuestos por el título de Bachiller que, sin embargo, será el correspondiente el correspondiente al sistema LOMCE», expone la circular.