Una aldea de Paderne de Allariz monta una belén reivindicativo para exigir cobertura móvil
PADERNE DE ALLARIZ
Los vecinos denuncian que el pueblo estaba incluido en un plan estatal de banda ancha
29 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Montaron el belén. Y lo hicieron no solo para poner luz y alegría a la Navidad sino para reivindicar que las nuevas tecnologías sean también cosa del rural. Más, cuando tu pueblo ha sido incluido en la relación de poblaciones del plan previsto por el Estado para extender la banda ancha a la España despoblada. Son vecinos de Neboeiro, una aldea del concello de Paderne de Allariz, y llevan esperando a entrar de verdad en el siglo XXI desde hace varios años. No tienen fibra óptica y la cobertura de móvil es escasa, obligando a muchos, sobre todo a los mayores, a tener un fijo en casa y no poder comunicarse si no están en ella.
«Entramos en un plan de despliegue de banda ancha que el Estado encargó a Telefónica en el 2019. A causa del covid el plazo se amplió. Pero volvió a terminar y aquí no han puesto nada. Nos hemos cansado de llamar a todo el mundo. En el ministerio nos dicen que el plazo está cerrado y que han cumplido con el despliegue donde estaba previsto, incluido nuestro pueblo. Y nada de nada», relata Pilar Movilla, una de las vecinas.
Están incomunicados y, sobre todo, sienten el peso de haber apostado por vivir en el rural. «Esto obliga a tener doble gasto, ya que necesitamos un teléfono fijo. En mi caso, si quiero usar el móvil tengo que acercarme a una ventana del segundo piso de mi casa. Todos tenemos que hacer cosas peregrinas para buscar conexión. Y con suerte tengo cobertura. Si estás fuera y hay una emergencia, tienes un problema porque no puedes comunicarte», prosigue. La situación es tan complicada pone como ejemplo que: «Si compro un billete de tren y me pasan un código por SMS tengo que salir corriendo para conectarme para poder ponerlo. A veces no llego a tiempo».
El pueblo está bien situado, no se trata de una aldea de montaña de difícil acceso y en los últimos años un grupo de jóvenes ha decidido instalarse en ella. Entre ellos Pilar Movilla, que llegó desde Madrid. «Es una pena porque se trata de un entorno privilegiado. Llegué hace cinco años y teletrabajo. A veces se hace casi imposible. No es verdad que hoy en día se pueda trabajar desde cualquier parte del mundo. Neboeiro se ha quedado en tierra de nadie», añade la vecina.
Así ocurrió durante la pandemia cuando, por ejemplo, una de las vecinas,que es profesora, no pudo impartir por Internet las clases y estuvo obligada a desplazarse al centro escolar. «Queres ter unha chamada e non das collido, vas buscando un sitio e non podes moverte... Internet nada de nada, polo menos na miña casa», afirma Montse Novoa, otra de las afectadas. De igual manera, Sonia Novoa señala: «Non somos un pobo moi grande, pero somos moita xente nova que temos empresas, somos autónomos e temos rapaces que necesitan para calquera cousa de estudo Internet e non teñen esa cobertura. Todos os pobos do redor está conectados, pero parece que ó noso saltouse».
Mari Nieves Rodríguez es otra de las afectadas: «El pueblo ya está un poco abandonado, queda gente mayor y los que intentamos venir no tenemos capacidad de trabajo, de comunicación. Yo hablo con mi familia muy poco porque se te corta la llamada... Si quieres hacer una transacción económica se te corta a la mitad. Nadie va a venir a montar un negocio a Neboeiro, donde tenemos un montón de casas vacías que se podrían ocupar. Son bonitas y baratas pero ¿cómo van a venir a vivir aquí si no pueden ni llamarle del trabajo? Ya no tienes otros servicios como los de transporte, pero no puedes ni llamar a BlaBlaCar. Estamos muy cerca de la capital y en la pandemia vino mucha gente a los pueblos, pero en nuestro caso no les das opciones; no les interesa».