El hostelero de un restaurante que ardió en el centro de Ourense: «Teníamos a setenta comensales y traté de apagar el fuego con nuestros extintores»

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

OURENSE CIUDAD

Alejandro posa frente a la campana extractora donde se inició el fuego
Alejandro posa frente a la campana extractora donde se inició el fuego Ainara Rodríguez

El Peregrinus espera abrir de nuevo sus puertas a principios de septiembre

29 ago 2023 . Actualizado a las 16:20 h.

Alejandro Gutiérrez estaba en pleno servicio cuando vio una llama salir de la cocina de su restaurante en Ourense. «Teníamos a setenta comensales en la sala así que lo primero que hice fue tratar de apagar el fuego con nuestros extintores. Como no cedía, desalojé todo el local rápido, llamé a Emergencias y luego mandé salir también a los empleados», recuerda. Lo hizo todo en apenas unos minutos, que le parecieron eternos. «Los últimos en abandonar el restaurante fuimos el pulpero y yo. Lo intentamos todo pero no había manera», explica.

El incendio tuvo lugar la semana pasada por la noche en el Peregrinus, una pulpería y churrasquería muy conocida del centro de Ourense. Es un negocio muy frecuentado y situado en la calle Valle Inclán. Su ubicación sumada al enorme salón de comidas que tiene y a los precios asequibles consigue atraer a cientos de clientes cada día. No admiten reservas así que lo normal es toparse a sus puertas con muchos de ellos, esperando su turno para comer o cenar en el restaurante, que el día 21 vivió uno de los peores episodios de su historia.

Pasadas las 21.30 horas, una pieza que se estaba haciendo en la parrilla provocó una chispa que saltó a la campana extractora y de ahí se propagó rápidamente por los falsos techos de la cocina. «Después de las primeras llamas, empezó a bajar el humo a través de los focos del local, así que desalojamos. Los bomberos fueron muy rápidos, en menos de ocho minutos estaban aquí, pero ni eso fue suficiente. Estamos muy agradecidos de que no hubiese que lamentar ni un solo herido y de que todo fueran daños materiales, pero lo cierto es que cuando volvimos a entrar, se me caían las lágrimas. He dedicado mucho tiempo, dinero y esfuerzo a este negocio y es muy doloroso verlo así, cubierto de humo y cenizas», explica Álex.

Él empezó a trabajar en el Peregrinus como empleado en el 2016 y en el 2020 lo cogió con una compañera. «Primero nos tocó enfrentarnos a la pandemia y ahora esto», cuenta. «Además nos coincidió en el punto más álgido de ventas. Siempre hemos funcionado bien porque nos dedicamos a lo tradicional, a la comida casera a buen precio y con menú del día, pero lo que estábamos viviendo ahora era una locura. Veníamos sirviendo cerca de doscientas comidas cada mediodía, de lunes a viernes», admite Álex. 

Nada del incendio en el Peregrinus podía preverse. «Cambiamos las dos campanas extractoras que hay en la cocina hace tres meses, por lo que la que ardió era nueva. Invertimos en ellas 23.000 euros apostando por lo mejor y tratando de evitar cualquier susto y mira, nos pasó esto», dice. Afortunadamente, Álex tenía asegurado el local y su póliza incluía daños por incendio, así que está inmerso en entregar y tramitar todo el papeleo. Mientras, sus empleados, más de una decena, están en un ERTE, aunque acuden cada día al local con la intención de ayudar. «Todos llevamos muchos años trabajando aquí y somos como una familia. Este restaurante es nuestra vida», cuenta el propietario del Peregrinus.

Los profesionales adecuados ya trabajan dentro del restaurante para conseguir abrirlo de nuevo lo antes posible. En este momento están los electricistas encargándose de restablecer el sistema. Cuando terminen habrá que comprobar que todos los electrodomésticos funcionan y después cambiar el techo por completo. «Esperamos volver de cara al 5 de septiembre. Queremos estar de vuelta lo antes posible», afirma Álex. Y sus clientes quieren lo mismo. Son muchos, especialmente los vecinos, que se acercan hasta el restaurante para animar al equipo. «Nos tratan con muchísimo cariño y vienen a decirnos que están deseando que abramos de nuevo. Eso nos anima mucho, la verdad», termina el hostelero.