Una pandilla de siete amigos de Allariz selló la primitiva de los 13 millones

Cándida Andaluz Corujo
cándida andaluz OURENSE / LA VOZ

ALLARIZ

Allariz, donde se encuentra la administración Nº1
Allariz, donde se encuentra la administración Nº1 Santi M. Amil

Uno de los afortunados: «Son unha persoa normal e así seguirei»

22 abr 2023 . Actualizado a las 11:46 h.

A las once de la noche del 6 de abril de este año, la vida cambió para siete ourensanos. Loterías y Apuestas del Estado anunció que el primer premio de la primitiva, dotado con 13 millones de euros, se había sellado en una gasolinera del polígono industrial de O Pereiro de Aguiar.

Mientras en este concello se hacían conjeturas, se hablaba de que el agraciado podría ser un trabajador del parque empresarial o un vecino de la localidad, llegó silencio, a 24 kilómetros de distancia, algo estaba cambiando. En Allariz empezó a correr como la espuma que un grupo de siete amigos, de los de toda la vida, llevaban días especialmente contentos. Sus encuentros en el bar de siempre, el Catro Portiñas, en el centro de la localidad, eran diferentes. Y como pasa en villas como la alaricana, de 6.348 habitantes, fue fácil sacar conclusiones.

Hoy todo el mundo en Allariz lo sabe, aunque los vecinos responden con una leve sonrisa cuando se les pregunta quiénes son los afortunados. Porque los siete agraciados —que se llevaron 1,6 millones de euros cada uno, tras la aportación a Hacienda— siguen llevando la misma vida y haciendo lo de siempre: trabajar. Dicen que cuando se enteraron de la fortuna que les había tocado fueron todos juntos directamente a la sede provincial de Loterías del Estado en la capital ourensana. Allí alguien los vio.

La pandilla comparte cada semana el boleto de la primitiva. Así lo hicieron durante años. Y lo sellan de manera habitual en la Administración Nº1 de Allariz. ¿Qué pasó ese 6 de abril?

Una trabajadora de la administración alaricana, Manoli Rodríguez, lo explica: «El miércoles por la noche se dieron cuenta de que no la habían sellado y como era Semana Santa, sabían que nuestra administración estaría cerrada el jueves y el viernes. Así que se fueron a la gasolinera para poder hacerlo». ¿Un golpe de suerte por un olvido? Manoli cree que estaba para ellos, fuera donde fuera sellado el boleto: «La verdad es que aunque no fue aquí estoy contentísima. Me alegré mucho de que les hubiera tocado a ellos. Yo ya les felicité. En el pueblo todo el mundo está muy contento, lo importante es que se vea movimiento». Es más, uno de los agraciados ha regresado de nuevo a la administración para no perder la costumbre de apostar cada semana.

Ninguno de los siete quiere, por el momento, que su vida cambie. Todos están cercanos a la edad de jubilación y regentan varios negocios, todos diferentes. Uno de ellos subrayaba este viernes: «Son unha persoa normal e así seguirei, vivindo como sempre. Está claro que é unha axuda, permite ter unha base firme pero non quero complicarme. Levo 40 anos traballando. Quédame pouco para xubilarme pero non quero».

María Gajardo, la propietaria de la gasolinera de O Pereiro de Aguiar, donde se selló el boleto ganador también había escuchado rumores, pero señala que todavía no ha recibido la visita de los agraciados. Será porque para ellos la vida sigue igual.