El tráfico de la A-6 en Becerreá se restableció ayer a media tarde

Xosé Ramón Penoucos Blanco
x. r. penoucos SARRIA / LA VOZ

LUGO

fernanda follana

Dos carriles estuvieron cortados para retirar el camión accidentado

20 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El tráfico en los cuatro carriles de la A-6 fue restablecido con total normalidad a última hora de la tarde de ayer en el punto kilométrico 451 poco después de la salida de los túneles de O Cereixal en el término municipal de Becerreá.

La circulación no tuvo que ser cortada en ningún momento para realizar las labores de retirada del camión de leche y su correspondiente carga que se llevaron a cabo durante toda la jornada. Los efectivos de la Guardia Civil de Tráfico mantuvieron abiertos siempre dos carriles, uno en dirección Madrid y el otro hacia Lugo, por lo que no se produjeron retenciones ni hubo que lamentar ningún percance.

El vehículo pesado impactó en primer lugar contra una de las vallas y, después de romper varios metros de esta, finalizó volcando y ardió.

Las llamas originaron cuantiosos daños, el más significativo el de los soportes de uno de los paneles informativos. Por fortuna, el fuego únicamente afectó a la parte metálica del panel.

Al lugar del percance se trasladó una gigantesca grúa que a primera hora de la tarde ya había conseguido retirar el camión y que también sirvió para retirar buena parte de la carga que quedó desperdigada por la carretera durante varios cientos de metros.

La mercancía del camión eran unas diez toneladas de palés de envases de leche, de los cuales una buena parte también fueron pasto de las llamas en los primeros momentos.

Al lugar del suceso se desplazaron de inmediato los miembros de Protección Civil de Becerreá, cuyos medios fueron escasos para controlar las llamas y por ello fue imprescindible recurrir a los servicios de los integrantes del destacamento comarcal de bomberos de Sarria, quienes contolaron el incendio a última hora de la tarde del pasado miércoles.

El único herido en la salida de vía fue el conductor del vehículo pesado, cuyo estado se llegó a temer que fuera grave en un primer momento, aunque consiguió abandonar la cabina por sus propios medios se recupera satisfactoriamente.