La ONU aprueba una misión multinacional para combatir la violencia en Haití

Andrés Rey REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Miembros de las bandas armadas en Haití se manifiestan contra el primer ministro, Ariel Henry.
Miembros de las bandas armadas en Haití se manifiestan contra el primer ministro, Ariel Henry. RALPH TEDY EROL | REUTERS

La resolución fue votada por 13 de los 15 miembros del Consejo de Seguridad, Rusia y China se abstuvieron

03 oct 2023 . Actualizado a las 18:01 h.

El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el lunes una misión de seguridad multinacional en Haití. Una misión encabezada por Kenia que durará un año e intentará erradicar la violencia rampante de las bandas armadas en el país caribeño.

Lo más urgente, según los miembros del Consejo, es proteger la infraestructura crítica: aeropuertos, puertos, escuelas, hospitales o grandes intersecciones de tráfico. Paralelamente, se llevarán a cabo «operaciones específicas» junto a la Policía Nacional de Haití, con 10.000 agentes que se encuentran totalmente sobrepasados. Kenia ha prometido al menos 1.000 efectivos y ha pedido apoyo a la comunidad internacional para para poner en marcha la asistencia «en poco tiempo». El presidente de la nación africana, William Ruto, también ha subrayado la necesidad de «reforzar» los recursos.

«La misión debe proporcionar las condiciones necesarias para que Haití consolide su desarrollo y su gobernanza. Por eso es absolutamente esencial que se refuercen adecuadamente los recursos y el alcance de los equipos de la ONU, así como de otros actores humanitarios y de desarrollo», afirmó en un comunicado. Otros países como Jamaica y Barbados también están dispuestos a enviar tropas en un operativo donde la aportación de EE.UU. es clave (más de cien millones de dólares).

Casi 3.000 personas fueron asesinadas en Haití desde que, en octubre del año pasado, las bandas se apoderaron del país. Concretamente en Puerto Príncipe, su capital, las matanzas y los secuestros han provocado que muchos barrios se vacíen. Según The New York Times, el control de estos grupos armados se hizo más fuerte en el 2021, con el asesinato del presidente Jovenel Moïse. Desde entonces no se han celebrado elecciones municipales, legislativas o parlamentarias: hay un vacío de poder. Uno de los principales objetivos de la misión de Naciones Unidas es, de hecho, allanar el terreno para que se puedan celebrar unas elecciones seguras.

«Un rayo de esperanza»

De los 15 miembros del Consejo de Seguridad, 13 votaron a favor de la resolución. Rusia y China se abstuvieron. El ministro de Exteriores de Haití, Jean Victor Généus, calificó la medida como «un rayo de esperanza para un pueblo que lleva demasiado tiempo sufriendo», una expresión de solidaridad que llega un año después de haberla pedido.

En un mensaje probablemente dirigido a las dos abstenciones, Généus también señaló que la resolución «reafirma el compromiso de los Estados miembros con la independencia, soberanía e integridad de Haití y reconoce la responsabilidad última del Gobierno para garantizar la estabilidad, el respeto de la ley y los derechos de su pueblo en el territorio».

El embajador ruso Vasili Nebenzia explicó el voto de su nación alegando que «Haití ya tiene muchas experiencias de interferencia extranjera irresponsable» y que la resolución, «apresurada y miope, está autorizando de nuevo el uso de la fuerza sin un preciso entendimiento de los parámetros». Hacía referencia a misiones anteriores de la ONU muy cuestionadas, que sumieron aún más en la miseria al país caribeño.

En el 2003 se autorizó una fuerza de mantenimiento de paz que duró hasta el 2017 y, por una negligencia, desencadenó una epidemia de cólera que mató a más de 9.000 personas e infectó casi a 800.000. Según reconoció la propia ONU, el 8 de octubre del 2010 un grupo de cascos azules nepalíes se desplegaron en el campo Annapurna. Días antes habían recibido entrenamiento en Katmandú, justo en medio de una epidemia de cólera, y varios estaban infectados. El 16 de octubre, una compañía de instalaciones sanitarias debía vaciar los tanques de residuos del campo, pero la fosa séptica estaba llena.

«El conductor volcó el contenido de forma que una gran cantidad de materia fecal entró en el torrente local y fluyó hasta el río Artibonite. A la mañana siguiente, muchas personas en las comunidades situadas río abajo estaban infectadas», escribe Ralph R. Frerichs en Deadly River (río mortal), un libro sobre el episodio.

Además, algunas oenegés denunciaron que muchos soldados de la ONU engendraron bebés y los abandonaron. Desde Estados Unidos aseguran, sin embargo, que la propuesta actual exige una gran protección de los derechos humanos y cuenta con un mecanismo de supervisión para prevenir abusos (especialmente la explotación sexual).

La votación en el Consejo arroja luz sobre la división cada vez más profunda entre los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, China y Rusia) desde que comenzó la guerra en Ucrania, contra la que la ONU no pudo actuar por el veto ruso.

Probablemente aún faltan unos meses para el envío de fuerzas kenianas a Haití, el cronograma todavía no está claro. De todos modos, la embajadora estadounidense ante las Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, aseguró haber aprendido de los errores del pasado. Para ella, queda demostrado que «podemos trabajar juntos para lograr objetivos comunes».