El BNG ve una «loita aberta» en la sucesión del PPdeG, y el PSdeG una mala «imaxe democrática»

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeáns SANTIAGO

GALICIA

Valentín González Formoso, del PSdeG, y Luís Bará, del BNG
Valentín González Formoso, del PSdeG, y Luís Bará, del BNG La Voz

La oposición exige celeridad en el relevo en la Xunta para evitar tres meses de transición en un momento delicado para la sociedad

13 abr 2022 . Actualizado a las 18:22 h.

La oposición elude de momento valorar la figura de Alfonso Rueda, previsible presidente de la Xunta tras la a sucesión de «unidade» impulsada por el PPdeG en torno al pontevedrés. Sin embargo, sí creen hay motivos para la crítica por las formas y otras cuestiones de fondo.

Para el BNG, ese relevo no está «encauzado», sino que «houbo un cese temporal de hostilidades, unha saída en falso sen a vía directa que pretendía Feijoo», reflexionó Luís Bará. El diputado sostiene que hay «unha loita aberta polo poder e un reparto entre baronías, pero o PP é unha caldeira en ebullición, unha pota a presión, e o veremos nos congresos locais, onde hai batallas campais que son un anticipo do que pode suceder noutras instancias». Para el nacionalista, el acuerdo de los populares no saca a Galicia de un «interregno de tres meses» agravado por un Feijoo «ausente que pasa a maior parte do tempo en Madrid». Con carácter general, Bará percibe en la política gallega un «fin de ciclo» y una oportunidad para «abrir un tempo novo co BNG de Ana Pontón».

Formoso: «Catro baróns sentados nunha mesa camilla»

El secretario general de los socialistas no fue mucho más generoso con el movimiento realizado por sus adversarios. «A imaxe que imos trasladar ao resto de España para sustituir o presidente da Xunta escollido lexítimamente polos galegos nas eleccións non é a mellor», dijo Valentín González Formoso, que describió esa foto: «Catro baróns sentados nunha mesa camilla decidindo quen vai rexer o destino dos galegos», algo que no le parece normal en estos tiempos en los que, considera, hay procedimientos «máis democráticos» contando con la militancia de los partidos. Superada la decisión de quién será el sustituto de Feijoo, el socialista exigió que todo el proceso se solvente «canto antes» para poder tomar decisiones con «estabilidade» y con un Gobierno gallego más preocupado por las cuestiones que atañen a los ciudadanos y no a las de los partidos.