El hombre del aparato que pagó la crisis

e. c. MADRID / LA VOZ

GALICIA

Paco Campos | EFE

Representante del ala moderada del partido, Sergio Pascual tenía muchos enemigos y se había granjeado el rechazo en varias federaciones territoriales

17 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«Dos años de dejarme la piel construyendo organización y participación popular. Sigo comprometido con el proyecto de mayorías para el cambio», escribió en Twitter Sergio Pascual después de su destitución fulminante en la noche del martes. Este extremeño afincado en Sevilla, de 38 años, ingeniero de Telecomunicaciones y antropólogo social, que comenzó en el Sindicato Andaluz de los Trabajadores, era el hombre que Íñigo Errejón colocó en el aparato, que tenía la misión casi imposible de controlar un partido que nació con vocación de ser distinto a los demás, basado en los círculos asamblearios, pero en el que Iglesias impone de forma implacable su ley.

Errejón y Pascual se conocieron en Bolivia, fueron compañeros de piso y desde entonces se hicieron inseparables. Fue el actual portavoz en el Congreso quien lo llevó a Podemos y convenció a Iglesias de que lo hiciera número tres de la formación. Pascual tuvo un sonado enfrentamiento por la confección de las listas electorales para el 20D con la líder andaluza Teresa Rodríguez, jefa de filas de Izquierda Anticapitalista, la corriente más radical de la formación morada que ahora vuelve a ganar enteros al caer su bestia negra.

Pascual, representante del ala moderada del partido, tenía muchos enemigos y se había granjeado el rechazo en varias federaciones territoriales en las que trató de mediar sin éxito alguno. Pablo Iglesias le ha hecho pagar en este momento la proliferación de esas crisis, sin que le haya importado propinar con ello un duro golpe a su protector Errejón.