El grupo carballés logró entrar en el mercado americano desde La Unión
05 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El grupo Calvo celebra este año el décimo aniversario de su llegada a El Salvador. La factoría de La Unión se abrió en 2003 y desde entonces ha generado 1.700 empleos directos, además de los 5.000 inducidos. La mayor parte de los empleados son mujeres.
Para celebrar los diez años de la presencia de la conservera carballesa en el país centroamericano se celebró una fiesta a la que asistieron el presidente de honor del grupo, José Luis Calvo Pumpido, además del consejero delegado, Manuel Calvo García-Benavides, y el director general Enrique Orge. También estuvo presente el embajador español, Francisco Rábena, que instó a los empresarios españoles a seguir el ejemplo de Calvo.
El Salvador abrió el mercado estadounidense a la industria española. La apuesta el mercado americano se vio reforzado unos años más tarde por la adquisición de Gomes da Costa, con lo que la conservera pasó rápidamente a tener presencia en más de 70 países del mundo. Anteriormente Calvo había adquirido Nostromo.
La relación con el gobierno salvadoreño siempre ha sido buena. Según explicó Miguel Ángel Peñalva, que era el director ejecutivo, la intención de la compañía es que además de un vaso se leche se entregue a todos los niños una lata de atún.
Desde su llegada a El Salvador, Calvo ha invertido más de 100 millones de euros y ha realizado una labor social pionera, ya que fue la primera en contratar pandilleros para colaborar en su reinserción social y laboral. Actualmente trabajan en Calvo 190 personas que estuvieron en este tipo de colectivos.
Además de la factoría de La Unión, que fue construida por la empresa carballesa Vipecon, Calvo tiene cuatro barcos trabajando en la zona y parte de la tripulación es gallega.
La apuesta por la apertura de nuevos mercados ha sido muy positiva para la empresa carballesa que el pasado año facturó 641 millones. El grupo elabora 100 variedades de alimentos.