Los hogares gallegos se dejan el 16 % de sus ingresos en luz, gasoil y butano

f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La factura energética de una familia es ahora un 20 % más cara que hace un año

25 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Todo sube, nada baja. Vivir es cada vez más caro. Más en un entorno de salarios menguantes o, como mucho, convertidos en témpanos de hielo durante los últimos años -salvo contadas excepciones- o con discretas actualizaciones al alza, como los de los funcionarios (un 1 % el año pasado y por primera vez desde el 2010).

Un trabajador recibió en Galicia el año pasado un sueldo medio mensual de 1.800 euros al mes (exactamente 1.759), un 0,9 % menos que el anterior, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Mientras, las pensiones se revalorizan cada mes de enero un ridículo 0,25 % y un jubilado gallego gana de media al mes 770 euros. Por contra, el índice de precios al consumo (IPC) acabó febrero un 3,3 % por encima que un año antes en Galicia. Toda una ruina para los bolsillos. Más si se aplica la lupa sobre lo que cuestan ahora y hace un año tres productos energéticos básicos para la mayor parte de los hogares (la luz, el butano y el gasoil para el coche) y el dinero que los hogares dedican al mes a sufragar esos gastos.

Así es la familia tipo

Imaginen una familia con dos hijos que vive con un solo sueldo (esos 1.800 euros), y que llena el depósito de su coche de gasoil (de 50 litros de capacidad) tres veces al mes y compra cuatro bombonas de butano. Además, el hogar cuenta con un contrato de suministro de electricidad en el que figura una potencia contratada de 4,4 kilovatios y un consumo mensual es de 290 kilovatios hora. Pues esa familia dedica casi 300 euros al mes a costear esos gastos, lo que supone hipotecar el 16 % de sus ingresos mensuales. ¿Y hace un año justo? Pues tenía que reservar 250, un 13 % del presupuesto familiar, tres puntos menos que ahora.

La factura energética de esta familia se ha disparado en un año un 20 %, al menos en esos tres productos principales y para este perfil de consumidor concreto.

La luz, un 13 % más cara

Yendo por partes. La factura de la luz en ese hogar sumará este mes de marzo 61 euros, siete más que hace un año y será por tanto un 13 % más cara, según los cálculos realizados por la Axencia Provincial da Enerxía para un consumidor con las características de consumo y de contrato antes descritas.

Además, esas cuatro bombonas de butano, que acaban de subir, les costarán este mes 54 euros (13,5 cada una), esto es, un 8 % más que cuando las compraron hace un año. El gasoil, mientras, cuesta ahora un 11 % más, ya que el litro se vende en la actualidad a 1,109 euros, cuando el precio medio en marzo del 2016 era de 1 euro en Galicia. De esta manera, llenar el depósito tres veces al mes le cuesta ahora a esa misma familia cerca de 170 euros, 20 más que hace un año.

Quienes lo tienen más complicado todavía para hacer frente a estos gastos energéticos son los pensionistas con sus 770 euros mensuales de media, una cantidad muy parecida al salario mínimo, fijado este año en 707.

Las causas

La subida experimentada este invierno por el recibo de la luz es la más fuerte de los últimos años y la de enero, la mayor de la historia de golpe. Así, la factura de ese mes fue casi un 30 % más cara que la del mismo mes del año anterior; y la del trimestre, un 22 %. ¿Por qué? Teóricamente porque la sequía y la falta de viento redujeron de forma importante la aportación de energías renovables al sistema.

Por su parte, el alza del petróleo (ayer era un 66 % más caro que en enero del 2016) repercute directamente en los precios de los carburantes y del butano. La bombona subió hace unos días otro 5 % hasta los 13,52 euros. Cuesta un 20 % más que en julio del 2016.