Es la tercera con la factura más alta, empatada con Rumanía y solo por detrás de Portugal y Alemania
28 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Mejoramos un puesto, pero España sigue sin bajarse del podio de los países europeos en los que los hogares pagan más por la electricidad. Así lo confirma Eurostat, la oficina de estadística europea, en su último informe sobre los precios domésticos de la luz, el correspondiente al segundo semestre del 2015, en el que España -una vez ajustado el poder de compra de los ciudadanos de cada país- es el tercer estado con los precios más elevados, 26,5 euros por cada 100 kilovatios hora, empatado con Rumanía y solo por detrás de Portugal (29,3 euros) y Alemania (28,3 euros).
En el cálculo, correspondiente a un consumidor medio con entre 2.500 y 5.000 kWh al año, la oficina de estadística incluye los costes regulados, aunque no especifica el término de potencia.
Respecto al mismo período del año anterior, hemos mejorado un puesto, pero lo que paga de factura un hogar español es más del doble de lo que abonan los países con mejor relación entre precio y poder de compra, ya que en Finlandia, Suecia, Luxemburgo o Francia el coste oscila entre los 12 y los 15 euros por 100 kWh.
En términos absolutos, el precio de la luz en España es el quinto más caro de la UE (23,7 euros), aunque Eurostat constata que la subida en el semestre respecto a un año antes ha sido menor -apenas una décima- que la registrada en el conjunto de la UE, con un alza media del 2,4 %, hasta los 21,1 euros.
Un 11 % de pobres energéticos
Pese a ello, la factura de luz es un quebradero de cabeza en multitud de hogares, en los que poder consumir la energía que requieren para vivir en condiciones se ha convertido en un lujo inasumible, agudizado durante la crisis. Un 11 % de los hogares del país, o lo que es lo mismo, más de cinco millones de personas, padecen pobreza energética, según un reciente estudio de la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA).
Eurostat también señala que, frente a la subida de la luz, el gas ha bajado, pero España sigue estando entre los países más caros.