El cerco gallego persiste en parar a la espera de más cuota de xarda

Redacción / La Voz

A CORUÑA CIUDAD

Flota de cerco amarrada en el muelle coruñés de Oza en protesta por las cuotas de xarda.
Flota de cerco amarrada en el muelle coruñés de Oza en protesta por las cuotas de xarda. paco rodríguez< / span>

El amarre de la flota afecta a más de un millar de marineros gallegos

04 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

No se rinden. La mayoría de la flota gallega de cerco cumplirá mañana miércoles una semana amarrada a puerto. Y así seguirán, en paro, el millar largo de marineros que están enrolados en los barcos hasta conseguir más cuota de xarda. Andrés García Boutureira trató ayer de arrancar un compromiso a la conselleira de Mar, Rosa Quintana, para cambiar el actual sistema individual (por barco) del reparto. El patrón mayor de Sada y directivo de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga) mantuvo en Santiago una reunión «privada» con Quintana, según Mar, en la que la conselleira le aseguró a Boutureira que trabajaba para que el sector gallego saliese bien parado en el reparto de cuotas.

Esta respuesta es la que llevará el patrón mayor de Sada a la asamblea de armadores del cerco convocada para esta mañana en Portosín. García Boutureira confía en que a la reunión acudan la mayor parte de los afectados y que se adopten decisiones para tratar de evitar el sistema de reparto individual.

La flota de cerco decidió amarrar el pasado miércoles. La protesta empezó en el sector de A Coruña y Costa da Morte, a la que se fueron sumando profesionales del resto de Galicia. Quintana llegó a declarar el viernes pasado que los barcos estaban amarrados por el temporal dado que el reparto de xarda había sido pactado por el propio sector.

Pero el cerco gallego no está de acuerdo con un borrador de reparto de la xarda y el jurel entre las comunidades del Cantábrico, que concede el 24,8 % de las cuotas a Galicia, el 48,6 al País Vasco, 23,6 % a Cantabria, y 3 % a Asturias. Dentro de cada comunidad, el reparto sería individual por barco atendiendo a las capturas históricas, algo que rechaza la flota.