El presidente de la entidad explicó el miércoles al jefe de la Xunta su proyecto para Novagalicia, máxima prioridad para el banco catalán
11 oct 2013 . Actualizado a las 15:33 h.La subasta de NCG Banco (Novagalicia, en su denominación comercial) se ha convertido en una prioridad absoluta para La Caixa (ahora Caixabank). Es algo que cuadros medios de la entidad catalana ya han deslizado a empresarios y algunos políticos gallegos. Y ya lo sabe el presidente de la Xunta. Se lo dijo en persona, en Santiago, su banquero principal: Isidro Fainé. El ejecutivo, presidente de La Caixa, mantuvo la tarde del miércoles en el despacho presidencial de San Caetano un encuentro para hablar monográficamente de Novagalicia, según confirman varias fuentes.
La cita entre banquero y político no estaba cerrada. Dependía de la agenda concreta del presidente gallego, que estaba de vuelta de Bruselas. Fainé, un ejecutivo que se mueve por todo el planeta para atender los negocios de La Caixa, tenía previsto ir a Santiago para verse con varios de sus directivos, precisamente para explicarles el reto de la subasta de Novagalicia.
El contenido exacto de ese cara a cara no ha trascendido, pero se apunta a que el banquero catalán -uno de los más influyentes de España- le explicó a Feijoo que La Caixa preservaría elementos esenciales de Novagalicia, como marca, gobierno corporativo o dependencias centrales. También puso en valor la obra social que mantiene esta firma, una de las escasas entidades financieras que aún conservan esa actividad sociocultural, herencia de su historia como caja (hoy es un banco).
Los motivos
Para La Caixa la operación es muy complementaria, según explican otras fuentes, sobre todo porque su cuota de negocio en Galicia está lejos de lo que tiene en otros lugares: Cataluña, Valencia o Madrid, y ahora también Navarra o Canarias tras la compra de Banca Cívica. Los números de la operación se están estudiando directamente desde Barcelona, con un equipo de entre 20 y 30 analistas, que podría aumentar a medida que se acerque la venta. Tienen un mes de intenso trabajo por delante.
¿Por qué acudir a Feijoo? Porque la Xunta es uno de los principales clientes de Novagalicia, sí. Pero sobre todo por la ascendencia que el presidente gallego tiene en Madrid sobre el Gobierno de Rajoy. A fin de cuentas es, a través del FROB, el que terminará decidiendo la subasta. También para intentar mudar el criterio del PP gallego, donde hay ciertas preferencias por que sea un fondo internacional el que se lleve NCG, porque su impacto en el empleo del banco sería menor. En todo caso, Feijoo lleva semanas mostrando una neutralidad total en este proceso, algo que posiblemente rompa cuando se conozcan formalmente las ofertas que se presentan.
Hay seis aspirantes. Además de La Caixa, se postulan BBVA, Santander, Popular y Unicaja, además del grupo de fondos extranjeros comandado por Guggenheim. A esas entidades les sondeó previamente BNP Paribas, el banco que asesora en este proceso al FROB (el dueño de Novagalicia). Lo hizo para garantizarse el éxito de la venta y advertir si hay un interés concreto por el banco gallego. Ya lo conoce y por ello se da por seguro que no quedará desierta la puja; Europa tampoco lo permitiría. Oficialmente, como le ha trasladado por carta el propio FROB al sindicato CIG «la venta no ha comenzado», y no tiene condicionantes. La puja será a finales de mes y se resolverá de forma exprés, en 15 días.