España termina el Mundial con una digna victoria sobre Australia

Miguel Piñeiro Rodríguez
Miguel Piñeiro LA VOZ / REDACCIÓN

DEPORTES

HENRY ROMERO

La selección hace un ejercicio de profesionalidad y golea en un sencillo partido

24 jun 2014 . Actualizado a las 02:34 h.

España se vuelve a casa en un avión desde Curitiba apenas se acabe la ducha, con al menos la satisfacción de haber sido profesionales en el partido que nadie quería jugar. En un partido sin más objetivo que ése, ser responsables y hacer justicia a la camiseta, la selección se impuso con claridad a Australia (0-3), que no fue el de las dos primeras jornadas en Brasil 2014, a la que desarbolaron los pases de Iniesta y los goles de los delanteros clásicos de la selección. Marcaron Villa y Torres antes de que redondease Mata, en un partido sin demasiada historia más allá de la mirada hacia dentro de un grupo herido que supo cumplir el expediente de su partido más triste.

Hubo mucha frialdad en el inicio del duelo, porque ni Australia fue la de los otros dos partidos ni España tenía las mayores ganas del mundo. Inició mejor el equipo oceánico, mucho más vigoroso, con muchas ganas de dejar una buena imagen en el primer partido de su historia contra España. Pero la selección reaccionó y acabó completando un primer tiempo que rebosó orgullo y decencia. Lejos de las polémicas de la eterna espera entre la catástrofe contra Chile y el partido de Curitiba, con declaraciones miradas con lupa y entrenamientos con gestos censurables, los internacionales que saltaron al campo, entre ellos siete que no eran titulares, tardaron en entrar en juego pero cuando lo hicieron gustaron, recuperaron sensaciones del estilo que hizo a España campeona de todo y las culminaron con un brillante gol de Villa.

Tiene algo de cierre de ciclo, en realidad, que los goles fueran un premio para los dos veteranos delanteros de la selección, los que catapultaron la Eurocopa del 2008, Torres y Villa. Dio profundidad el del Chelsea cuando a España le acogotaba la pujanza física de Australia, y luego el asturiano dio salida como teórico extremo zurdo cuando empezaron a conectar Iniesta, Cazorla y Koke. Australia, que comenzó como un tiro por la banda izquierda con la pareja Davidson y Oar, fue perdiendo fuerza en su presión en el centro del campo, lejos de lo que lograron Holanda y Chile sobre el juego de España. Lo aprovechó la selección con buenos minutos de toque a lo que ayudó la presencia de los laterales en ataque. Con poco ya que ganar y perder, España regaló al menos 40 minutos de buen juego que culminó en un golazo de manual. Iniesta encontró al espacio a Juanfran, el lateral apuró línea de fondo y Villa definió con el tacón un precioso tanto. El asturiano se llenó de lágrimas en su abrazo con el lateral, muy emotivo hasta cuando se fue sustituido por Mata, en su adiós a la selección como máximo goleador de su historia.

El brillo de Iniesta

Habían avisado antes Jordi Alba, Torres, Cazorla y el propio Villa, que cayó varias veces en fuera de juego desperdiciando buenas llegadas. Koke rozó el palo en un chut desde lejos que plasmó otra de las virtudes que puede aportar a este equipo, todavía la España de un Iniesta al que la eliminación precipitada de España no hace justicia a su actuación en los tres partidos. Empeoró la cosa en el segundo tiempo porque la tensión de unos y otros ya no era la misma. Sin Cahill, a Australia le faltaba la presencia ofensiva par al menos perseguir las pelotas por arriba. Entró Mata por Villa y Cesc por Cazorla, poco antes de que Torres sentenciase tras otro pase de tiralíneas de Iniesta. El manchego, en su partido cien con la camiseta roja, volvió a ser el catalizador y demostró por qué está llamado a ser el líder de la nueva etapa si se confirman todas las salidas del equipo al regreso a Madrid.

Definió Torres con la claridad que echó de menos Mourinho esta temporada, ajustando el tiro abajo y a un palo. Después del 0-2, ya no hubo mucha historia. España movió la pelota y Australia persiguió sombras, ya sin motivacion para ese esfuerzo que enamoró ante Holanda. Ya sobre el final y con el partido roto amplió la cuenta Mata para redondear la victoria de la dignidad de España, que al menos evita el último puesto del grupo. Triste consuelo para la defensora del título.

0 - Australia: Ryan; Davidson, Spiranovic, Wilkinson, Mcgowan; Jedinaki, Mckay; Leckie, Bozanic (Bresciano, m.72), Oar (Holland, m.61); y Taggart (Halloran, m.46).

3 - España: Reina; Juanfran, Raúl Albiol, Sergio Ramos, Jordi Alba; Xabi Alonso (Silva, m.83), Koke, Iniesta; Cazorla (Cesc, m.68), Villa (Mata, m.56) y Fernando Torres.

Goles: 0-1, m.36: Villa. 0-2, m.69: Fernando Torres. 0-3, m.82: Mata.

Árbitro: Nawaf Shukralla (BAH). Amonestó a Jedinak por Australia; y a Sergio Ramos por España.